El tamaño y la forma de los senos preocupa a la mayoría de las mujeres, ya que estar satisfechas con sus pechos potencia la autoestima y confianza así como su feminidad. El aumento de senos con implantes es el tratamiento más adecuado para resolver:
Es un procedimiento completamente seguro y con un elevado grado de satisfacción en todas nuestras pacientes. Contamos con cirujanos altamente especializados que garantizan los mejores resultados.
Mediante el aumento con implantes se logra, además de un mayor volumen en los senos de la mujer:
Los candidatos ideales para someterse a una cirugía de mamas son aquellas personas sanas, emocionalmente estables que comprenden los resultados que se pueden obtener tras la cirugía.
Muchas mujeres desean un aumento tras un embarazo o una lactancia que ha dejado vacío y caído el pecho. Aunque no existe riego de que el aumento altere futuros embarazos, sí debe saber que las mamas pueden volver a descolgarse algo tras un nuevo embarazo.
Durante la primera consulta, el cirujano plástico evaluará el tamaño y la forma de las mamas, la firmeza de la piel y su estado general de salud Se realizará además una exploración de mamas y en algunos casos se solicitará un estudio mamográfico.
Se le explicarán las distintas técnicas quirúrgicas, se discutirá el tamaño y la forma que tendrán su senos y las opciones o la combinación de procedimientos que sean mejor para usted. Debe exponer sus expectativas de manera sincera y franca, para que el cirujano plástico sea también franco y le muestre las alternativas disponibles para su problema, con los riesgos y limitaciones de cada una de ellas. También se le explicará cuál es el tipo de anestesia que se empleará, la necesidad o no de ingresar en la clínica donde se realice la cirugía y los costes de la intervención.
No olvide contar si es fumadora o toma alguna medicación o vitamina, el número de embarazos previos y si piensa volver a quedarse embarazada o dar de mamar. No dude en preguntar cualquier cuestión que se plantee, especialmente aquellas relacionadas con sus expectativas sobre los resultados.
Se le darán instrucciones acerca de cómo prepararse para la cirugía, incluyendo normas sobre toma de alimentos y líquidos, tabaco o toma o supresión de medicamentos, vitaminas y suplementos de hierro.
En el aumento de mamas no es preciso transfundir sangre durante la cirugía. Asegúrese, además, de que algún familiar o acompañante pueda llevarle a casa cuando se le dé el alta y que, en caso necesario, puedan ayudarle un par de días.
La cirugía de mamas se realiza en un quirófano, dentro de una clínica u hospital. Suele ser preciso el ingreso, dándose el alta al día siguiente. La cirugía de aumento mamario se realiza bajo anestesia general, permaneciendo el paciente dormido durante la operación. Algunos casos muy determinados se pueden realizar bajo anestesia local más sedación.
El aumento mamario se realiza a través de una pequeña incisión que se coloca, dependiendo de la anatomía del paciente y de las preferencias de su cirujano plástico, alrededor de la areola, en el surco bajo el pecho o en la axila. La incisión se diseña para que la cicatriz resultante sea casi invisible.
A través de esta incisión se levanta el tejido mamario, se crea un bolsillo y se coloca la prótesis, directamente debajo del tejido mamario o debajo del músculo pectoral. Se colocan unos tubos de drenaje que se retirarán en unos días y un apósito o un vendaje sobre las mamas. El procedimiento dura entre 1 y 2 horas.
Tras la cirugía de mamas es normal encontrarse algo cansada unos días, pero podrá hacer vida casi normal a las 24-48 horas. La mayoría de las molestias se controlan bien con la medicación prescrita por su cirujano plástico, aunque las mamas pueden doler un par de semanas. El vendaje o los apósitos serán retirados en unos días, siendo sustituidos por un sujetador especial, que deberá llevar de la manera que le indique su cirujano.
Es normal tener una sensación de ardor en los pezones durante las dos primeras semanas. Los puntos se retiran entre los 7 y 14 días; el edema no cede completamente hasta las 3 ó 6 semanas. Tras un aumento mamario podrá volver al trabajo en pocos días , dependiendo de la actividad que realice. Siga las instrucciones de su cirujano acerca de qué ejercicios puede realizar; se evitará levantar objetos por encima de la cabeza durante 2 a 3 semanas. Sus mamas estarán más sensibles de lo normal durante 2 a 3 semanas, por lo que puede ser conveniente evitar un contacto físico excesivo hasta las 3 ó 4 semanas.
Al principio las cicatrices estarán rosadas, aspecto que mejorará continuamente desde las 6 semanas. Los controles mamográficos apropiados para cada mujer según su edad pueden seguir realizándose, aunque se debe advertir la existencia de la prótesis. La operación no limitará su capacidad para dar de mamar si se queda embarazada.
La cirugía de aumento de pecho es una técnica segura, siempre y cuando sea realizada por un cirujano plástico cualificado. Sin embargo, como en cualquier operación siempre pueden existir complicaciones y riesgos asociados.
En el aumento mamario, la complicación más frecuente es la contractura capsular, que ocurre cuando la cicatriz interna que se forma alrededor del implante se contrae en exceso, haciendo que la mama se vuelva más dura. Puede ser tratada de diversas maneras, requiriendo en ocasiones extirpar dicha cicatriz interna, e incluso, recambiar la prótesis.
Otra complicación, propia de cualquier cirugía es el hematoma que sólo en casos concretos precisa de una nueva intervención para eliminar la sangre acumulada.
Un pequeño porcentaje de mujeres puede tener una infección alrededor de la prótesis, normalmente en las primeras semanas después de la cirugía. Algunas mujeres notan los pezones más o menos sensibles, e incluso, sin sensibilidad. Estos cambios suelen ser temporales, aunque en unos pocos casos serán permanentes.
No existe evidencia de que las prótesis de mama afecten la fertilidad, el embarazo o la lactancia. Es extraordinariamente infrecuente que las prótesis pueden romperse, haciendo que el contenido salga fuera de su cápsula. Cuando la prótesis está rellena de suero, el líquido se reabsorbe rápidamente sin producir ningún daño, disminuyendo la mama de volumen en unas horas.
Si está rellena de silicona pueden pasar dos cosas: si la cápsula formada por el organismo no se rompe, no notará ningún cambio; si se ha roto, especialmente cuando ha sido sometida a mucha presión, la silicona sale disminuyendo el volumen de la mama.
Con ambos tipos de prótesis será necesario una nueva intervención para reemplazarla. No existe evidencia científica probada de que las prótesis provoquen cáncer de mama o enfermedades del tejido conectivo.
La colocación de una prótesis no impide la realización de mamografías.
los pezones durante las dos primeras semanas. Los puntos se retiran entre los 7 y 14 días; el edema no cede completamente hasta las 3 ó 6 semanas. Tras un aumento mamario podrá volver al trabajo en pocos días , dependiendo de la actividad que realice. Siga las instrucciones de su cirujano acerca de qué ejercicios puede realizar; se evitará levantar objetos por encima de la cabeza durante 2 a 3 semanas. Sus mamas estarán más sensibles de lo normal durante 2 a 3 semanas, por lo que puede ser conveniente evitar un contacto físico excesivo hasta las 3 ó 4 semanas.
Al principio las cicatrices estarán rosadas, aspecto que mejorará continuamente desde las 6 semanas. Los controles mamográficos apropiados para cada mujer según su edad pueden seguir realizándose, aunque se debe advertir la existencia de la prótesis. La operación no limitará su capacidad para dar de mamar si se queda embarazada.
El tamaño y la forma de los senos preocupa a la mayoría de las mujeres, ya que estar satisfechas con sus pechos potencia la autoestima y confianza así como su feminidad. El aumento de senos con implantes es el tratamiento más adecuado para resolver:
Es un procedimiento completamente seguro y con un elevado grado de satisfacción en todas nuestras pacientes. Contamos con cirujanos altamente especializados que garantizan los mejores resultados.
Mediante el aumento con implantes se logra, además de un mayor volumen en los senos de la mujer:
El principal beneficio escorregir un pecho excesivamente plano, corregir un desequilibrio entre ambos senos, lograr una mejor apariencia después de un embarazo o pérdida de peso, reconstruir los senos después de una mastectomía tras superar un cáncer de mama o sufrir un accidente.
La candidata ideal para someterse a una cirugía de mamas son aquellas personas sanas, emocionalmente estables que comprenden los resultados que se pueden obtener tras la cirugía.
Muchas mujeres desean un aumento tras un embarazo o una lactancia que ha dejado vacío y caído el pecho. Aunque no existe riego de que el aumento altere futuros embarazos, sí debe saber que las mamas pueden volver a descolgarse algo tras un nuevo embarazo.
Se le darán instrucciones acerca de cómo prepararse para la cirugía, incluyendo normas sobre toma de alimentos y líquidos, tabaco o toma o supresión de medicamentos, vitaminas y suplementos de hierro.
En el aumento de mamas no es preciso transfundir sangre durante la cirugía. Asegúrese, además, de que algún familiar o acompañante pueda llevarle a casa cuando se le dé el alta y que, en caso necesario, puedan ayudarle un par de días.
Un pequeño porcentaje de mujeres puede tener una infección alrededor de la prótesis, normalmente en las primeras semanas después de la cirugía. Algunas mujeres notan los pezones más o menos sensibles, e incluso, sin sensibilidad. Estos cambios suelen ser temporales, aunque en unos pocos casos serán permanentes.
No existe evidencia de que las prótesis de mama afecten la fertilidad, el embarazo o la lactancia. Es extraordinariamente infrecuente que las prótesis pueden romperse, haciendo que el contenido salga fuera de su cápsula. Cuando la prótesis está rellena de suero, el líquido se reabsorbe rápidamente sin producir ningún daño, disminuyendo la mama de volumen en unas horas.
Si está rellena de silicona pueden pasar dos cosas: si la cápsula formada por el organismo no se rompe, no notará ningún cambio; si se ha roto, especialmente cuando ha sido sometida a mucha presión, la silicona sale disminuyendo el volumen de la mama.
Con ambos tipos de prótesis será necesario una nueva intervención para reemplazarla. No existe evidencia científica probada de que las prótesis provoquen cáncer de mama o enfermedades del tejido conectivo.
La colocación de una prótesis no impide la realización de mamografías.
Es habitual someterse a una mastopexia por varios motivos, entre ellos pueden encontrarse la pérdida de peso o haber sido madre. Estos factores pueden provocar una deformación y caída de los pechos, haciendo que ya no sean los que en su momento fueron.
La operación de elevación de pechos es muy sencilla de practicar y puede llevarse a cabo de dos formas distintas. Esto es, la incisión para la elevación del pecho puede hacerse o bien justo debajo del mismo o alrededor de la areola. Generalmente, solemos hacerlo alrededor de la areola, ya que tarda menos en cicatrizar y la cicatriz se cura más fácilmente haciéndose casi imperceptible.
En algunos casos esta técnica se usa en combinación con la colocación de una prótesis, es en aquellos casos en los que no tenemos tejidos suficientes para dar un buen relleno a la mama, principalmente en el polo superior. Denominamos a esta técnica Mastopexia de aumento.
La intervención quirúrgica dura aproximadamente 3 horas, y los resultados son inmediatos, aunque el tiempo de recuperación total es de unos 20 días. Con una anestesia general aplicada previamente a la operación y una hospitalización de unos días para controlar que todo está bien, verás los resultados nada más termine la operación y podrás disfrutar de ellos durante muchos años. Los efectos de esta cirugía son duraderos y sorprendentes, pero no permanentes ya que la paciente seguirá sufriendo un proceso natural de envejecimiento. La paciente debe saber que es fácil que al cabo de unos años sea necesario otra pequeña intervención para remodelar el tejido glandular que posee que habrá seguido su natural proceso de envejecimiento, produciendo en la mama un efecto de doble burbuja. No es frecuente, pero si es posible.
La mastopexia o elevación de pecho es la cirugía plástica de elevación mamaria que permite recolocar los senos de la mujer en su posición natural y recuperar su firmeza. Mediante la elevación de los senos se realza su forma corrigiendo la tendencia de las mamas caídas o flácidas y logrando un volumen estéticamente muy satisfactorio.
La técnica empleada generalmente en esta operación se basa en la realización de una incisión alrededor de la areola, aunque en ocasiones puede ser necesario alargar el corte hasta el surco mamario inferior. Además, según el caso, este tipo de intervención puede requerir la colocación de una prótesis de silicona para incrementar el volumen de los pechos y lograr así el reposicionamiento deseado con una forma más natural.
Para saber si eres candidata a una elevación (mastopexia) de pecho, debes observar si cumples alguna o varias de las siguientes características:
Antes de someterse a una mastopexia, la paciente debe seguir unas normas para que la intervención sea lo más efectiva posible:
Las principales medidas a tomar después de la cirugía son:
También conocida como Mamoplastia de reducción es un procedimiento quirúrgico para disminuir el tamaño de las mamas, mediante la extirpación de grasa, tejido mamario y piel, haciéndolas más pequeñas, ligeras y firmes. Además puede reducir el tamaño de la areola. Esta cirugía consigue un resultado más estético y cómodo para la paciente. Existen diversos procedimientos quirúrgicos que se utilizan en función del tamaño de la mama a reducir y de la distancia desde el punto que llamamos medio clavicular y otro punto situado en el pezón. No a todas las pacientes se les puede realizar la misma técnica, pero de cualquier manera siempre se intenta conservar la sensibilidad del complejo areola pezón y la posibilidad de lactancia en un futuro.
En los casos mas complejos se utiliza la técnica de Injerto Libre para el complejo areola pezón, que si bien va a hacer desaparecer la sensibilidad de la areola y el pezón evitará en gran medida las posibles complicaciones de desarrollar otra técnica no adecuada.
La cirugía de reducción de mamas se hace bajo anestesia general. Esto es un medicamento que la mantiene dormida y libre de dolor. Para una mamoplastia de reducción, el cirujano extirpa parte del tejido mamario y de la piel. Los pezones pueden moverse para arriba para reubicarlos por razones estéticas.
La reducción de mamas por lo general se realiza en mamas grandes (macromastia), pero también puede indicarse en caso de: Infecciones quísticas de la mama (mastitis poliquística) Dolor de espalda, cuello, hombros, senos o cabeza. Pérdida de la sensibilidad en la mama, los brazos o dedos.
Durante los días anteriores a la cirugía de reducción de pecho es conveniente utilizar un jabón germicida, tipo Lactacyd, para lavar todo el cuerpo. Es también muy importante informar antes de la operación al médico sobre toda la medicación que se esté tomando.
Tras la cirugía de mamas es normal encontrarse algo cansada unos días, pero podrá hacer vida casi normal a las 24-48 horas. La mayoría de las molestias se controlan bien con la medicación prescrita por el cirujano, aunque las mamas pueden doler un par de semanas.
Durante las primeras 24 horas, sentirá la cara hinchada, molestias sobre la nariz, que puede sangrar ligeramente, y dolor de cabeza, que ceden con medicación; además de hinchazón y hematomas alrededor de los ojos que aumentan hasta alcanzar un máximo a los 2 ó 3 días, desapareciendo en unas 2 semanas.
Aproximadamente a las 48 a 72 en el primer control postoperatorio el cirujano retirara el taponamiento y a los 8 ó 10 días de la intervención se retira el yeso, no debiendo inquietar el aspecto hinchado y elevado de la nariz, ya que es normal. A los 15 días se puede reanudar la vida social y laboral. La nariz estará un poco engrosada, aunque los edemas y hematomas habrán desaparecido totalmente.
Al mes se realiza un control de evolución, así como a los 3 meses donde se puede apreciar el resultado. Pero el resultado definitivo se observará varios meses, o incluso un año después de la intervención.
La contractura capsular es el engrosamiento exagerado de la cápsula que, en una situación normal, rodea una prótesis mamaria. Esta reacción inflamatoria exagerada provoca un endurecimiento, cambio morfológico, incluso dolor de la mama intervenida.
Además, se sabe que es la complicación más frecuente en pacientes portadoras de prótesis mamaria, ya sea en reconstrucciones tras una mastectomía como en intervenciones con fines estéticos. Así mismo, supone una de las primeras causas de reintervención tras este tipo de cirugía.
En la actualidad la incidencia de la contractura capsular se estima entorno al 10-15% sin otros factores de riesgo.
La contractura capsular es el engrosamiento exagerado de la cápsula que, en una situación normal, rodea una prótesis mamaria. Esta reacción inflamatoria exagerada provoca un endurecimiento, cambio morfológico, incluso dolor de la mama intervenida.
El tratamiento del encapsulamiento depende del grado de contractura y de la antigüedad de la misma. Si la contractura capsular se trata correctamente en las primeras semanas de formación, existen muchas posibilidades de éxito. Si está en fase inicial, el tratamiento suele consistir en la toma de antibióticos u otros medicamentos que indique el especialista.
Sin embargo, si la contractura está muy avanzada el procedimiento se complica. Existe la posibilidad de romper la cápsula de tejido fibrótico mediante el tratamiento con ultrasonidos, siempre que no se trate de un caso muy grave o muy antiguo.
En casos más extremos, la única solución al encapsulamiento es una nueva cirugía y el reemplazamiento del implante. Si esta nueva intervención sigue los parámetros de sanidad pactados no tiene porque volverse a producir la contractura capsular.
La cirugía para resolver la contractura capsular está indicada para aquellas mujeres con implantes colocados en una operación anterior.
El cirujano plástico reparador debe, previamente, considerar que el grado de contractura capsular y determinar si es de un nivel tan alto como para precisar de intervención. Se realizará cirugía sólo si han pasado más de seis meses de la operación de los implantes ya que durante los 6 meses postoperatorios tienen efectividad los tratamientos no quirúrgicos y primero se prueba con estas.
La contractura capsular de prótesis o cápsula patológica tiene lugar cuando dicha cápsula fibrosa es irregular , demasiado gruesa o firme y más pequeña que la prótesis. Dando lugar a un tacto endurecido del pecho, llegando incluso a causar molestias , mal posición y deformación del implante.
Para cambiar el aspecto de una mama tubular se requiere una intervención quirúrgica que depende, en gran medida, del grado de tuberosidad. Éste se corrige mediante una mamoplastia, o una mastopexia, el fin es moldear y ajustar el tamaño del pecho. La vía de abordaje puede ser submamaria, mientras que en casos graves se requiere un abordaje areolar y un remodelado completo. En algunos casos es necesario la utilización de un implante mamario.
Las mamas tuberosas, conocidas también como mamas tubulares, son los senos que tienen forma de tubo en vez de forma redondeada y que tienen mucha separación entre ambas mamas. Además, las areolas normalmente son grandes y existe una falta de desarrollo en la parte inferior. Existen diversos grados de malformación.
En la cirugía de la mama tuberosa se busca corregir la alteración glandular, la areola y el volumen. Dado que es una malformación congénita que altera la conformación natural de la mama, su corrección devuelve la forma armónica, que es lo que la paciente suele demandar.
Como se puede comprobar en las anteriores fotografías de mamas tuberosas, el resultado es muy positivo. Los beneficios estéticos son evidentes, el resultado tiene un impacto directo en el ánimo y la autoestima de la persona que se somete a la intervención.
En un principio, un caso de mamas tuberosas no genera ningún tipo de trastorno más allá del producido por cuestiones estéticas. Sin embargo, en la mayoría de los casos se lleva a cabo una intervención quirúrgica para corregir la malformación porque supone un gran beneficio para la paciente.
En ocasiones la malformación sigue desarrollándose, provocando que el pecho se deforme más. Un diagnóstico temprano permite recuperar el tejido y corregir la malformación de inmediato, impidiendo que el problema se desarrolle en mayor media.
La contractura capsular de prótesis o cápsula patológica tiene lugar cuando dicha cápsula fibrosa es irregular , demasiado gruesa o firme y más pequeña que la prótesis. Dando lugar a un tacto endurecido del pecho, llegando incluso a causar molestias , mal posición y deformación del implante.
Existen ciertos cuidados a tener en cuenta tras la cirugía de senos tuberosos:
La cirugía de corrección de pezones invertidos consigue un pecho de aspecto más natural y atractivo. Se realiza con anestesia local y de forma ambulatoria. Se realiza mediante una incisión en el borde inferior del pezón. El pezón se tracciona superiormente y es suturado en una nueva posición. La cicatriz es prácticamente invisible por su escasa longitud y por estar situada en la frontera entre la areola y la piel. Con técnicas parecidas se puede aumentar o disminuir el tamaño del pezón y de la areola.
El resultado de la cirugía es muy natural y las cicatrices, mínimas, resultan imperceptibles.
Los pezones suelen desempeñar un papel importante en la autoestima de la mujer. Unos pezones invertidos pueden ocasionar complejos.
Los pezones invertidos o umbilicados son una patología relativamente común en mujeres, más rara en hombres, y que puede afectar a una o las dos mamas. El pezón invertido es una alteración congénita que se produce cuando los conductos del pezón, llamados galactóforos y que permiten el paso de la leche hasta el pezón, son más cortos de lo habitual, hecho que provoca la retracción de los pezones.
Una pequeña cirugía, que puede realizarse con anestesia local es, normalmente, la solución más eficaz para solucionar este problema.
El pezón invertido o umbilicado es una patología que, más allá de su impacto estético, en los estadios más graves, puede llegar a imposibilitar la lactancia materna.
Es importante diferenciar el pezón invertido del pezón retraído (adquirido tras una cirugía, infección o un tumor mamario), ya que el tratamiento es distinto.
Dependiendo de la severidad, el pezón invertido se clasifica en tres tipos:
El grado más habitual de las pacientes suele ser el I o el II en un 90% de los casos. En el caso de grado III llega incluso a ser imposible la lactancia.
Al margen de los problemas funcionales que pueden ocasionar los pezones invertidos está claro el fuerte impacto estético que, en algunas mujeres, supone este problema. Este descontento estético es lo que motiva acudir a la cirugía para corregirlo.
Es importante valorar el grado de inversión del pezón, pues en los grados I o II se puede intentar una cirugía que conserve los conductos galactóforos, para no imposibilitar la lactancia tras la cirugía . El problema de estas técnicas conservadoras es el alto riesgo de recidiva.
El resultado de la cirugía es muy natural y las cicatrices, mínimas, resultan imperceptibles.
La paciente puede retomar su vida socio-laboral inmediatamente, únicamente debe evitarse el ejercicio físico hasta pasados 10 días de la operación, aproximadamente.
Este tipo de tratamiento por lo general viene de la mano de operación de elevación de pecho, reducción de senos, aumento de mamas, o corrección del pezón invertido, sin embargo cuando se realiza únicamente la operación de reducción de areola se considera una intervención quirúrgica menor por lo cual se aplica anestesia local. Durante la intervención se retira una delgada capa de piel superficial y se sutura con un hilo muy fino para evitar cicatrices.
La Reducción de Areola es un Procedimiento que consiste en corregir el tamaño de la piel pigmentada que se encuentra alrededor del pezón, de tal forma que el pecho tenga un aspecto más realzado y embellecido.
En el caso de realizarse únicamente la Reducción de la Areola se trataría de una intervención menor, bajo anestesia local. El Procedimiento tiene una duración aproximada de una hora, es ambulatorio y es altamente efectivo.
La intervención consiste en retirar una delgada capa de piel superficial y suturar con un hilo muy fino para evitar cicatrices. Un acto muy sencillo que mejora la estética y aspecto que luce el pecho de forma espectacular.
El algunas ocasiones una areola puede ser diferente a la otra llegando a provocar una asimetría significativa, en estos casos el Cirujano Plástico la igualará para dar simetría y armonía la zona pectoral.
Algunas mujeres, además de retocar la areola, también buscan reducir la altura y anchura del pezón, preservando la sensibilidad. Este retoque se realiza muy a menudo con la reducción de la areola ya que una de cada diez mujeres sufren anomalías en los pezones.
Tras la operación de reducción de la areola, obtendrás un monículo mamario más estético y redondeado, eliminando la forma tubular que tenía antes. Para resultados óptimos en caso de pechos tubulares, se recomienda aumentar también el tamaño de las mamas mediante una operación de aumento de pecho.
La candidata ideal para someterse a una cirugía de mamas son aquellas personas sanas, emocionalmente estables que comprenden los resultados que se pueden obtener tras la cirugía.
Muchas mujeres desean un aumento tras un embarazo o una lactancia que ha dejado vacío y caído el pecho. Aunque no existe riego de que el aumento altere futuros embarazos, sí debe saber que las mamas pueden volver a descolgarse algo tras un nuevo embarazo.
La operación de reducción de areola es un tipo de cirugía que disminuye el área de la piel pigmentada que rodea al pezón. De este modo se consigue una areola más pequeña y proporcional al resto del pecho.
La intervención de reducción de areola en sí no precisa de unos cuidados demasiado complejos ni tampoco es excesivamente dolorosa.
De esta manera, los cuidados postoperatorios de esta intervención dependerán de la magnitud de la misma, pues si está ligada a otros cambios mayores como un aumento de mama, sí que será necesario realizar unos cuidados acordes a este tipo de operación.
En este caso, será conveniente un reposo de unos días para que la prótesis se adecúe a la musculatura y, poco a poco, el pecho vaya adquiriendo un resultado más natural. Sobre todo, no dudes en consultar a tu cirujano plástico ante cualquier duda.
La cirugía de lipectomía asistida por succión se realiza mediante un instrumento quirúrgico hueco de metal denominado “cánula” que se inserta a través de una incisión o incisiones pequeñas en la piel y se pasa de un lado a otro en el área del depósito graso. La cánula está unida a una fuente de vacío, que proporciona la succión necesaria para quitar el tejido graso.
En algunas situaciones, se puede utilizar una cánula especial que emite energía ultrasónica para licuar los depósitos grasos. Esta técnica se conoce como “lipectomía asistida por ultrasonido”. Según sus necesidades, su médico le puede recomendar la lipectomía asistida por succión sola o en combinación con la lipectomía asistida por ultrasonido.
Existen diversas técnicas que los cirujanos plásticos utilizan para la liposucción y la atención luego
de la cirugía. La liposucción se puede realizar con anestesia local o general. La técnica de liposucción tumescente implica inyectar líquido que contiene un anestésico local diluido y epinefrina en las áreas de depósitos grasos. Esta técnica puede reducir las molestias en el momento de la cirugía, la pérdida de sangre y los moretones después de la operación.
La liposucción es una de las intervenciones quirúrgicas plásticas más elegidas porque ofrece la posibilidad de eliminar la grasa y la celulitis de manera segura y efectiva, y porque puede combinarse fácilmente con otras técnicas de cirugía estética. Algunas de los principales beneficios de la liposucción son una mejor salud asociada con la pérdida de grasa, una mejor apariencia y la reducción del aspecto de la celulitis.
Los mejores candidatos para la liposucción son las personas de peso relativamente normal que tienen un exceso de grasa en áreas particulares del cuerpo. Una piel firme y elástica resultará en un mejor contorno final después de la liposucción. La piel que ha perdido el tono debido a estrías, pérdida de peso o envejecimiento natural no volverá a moldearse a los nuevos contornos y puede requerir técnicas quirúrgicas adicionales para quitar y afirmar su exceso.
Es recomendable que el cirujano plástico le de una serie de instrucciones prequirúrgicas acerca de las comidas que debe consumir, al igual, evitar bebidas alcohólicas y algunas drogas. Es importante que no se exponga ni antes ni después de la cirugía al sol, pues este hace que se produzca inflamación y acumulación de pigmento en la cicatriz.
– Durante las 24 y 48 horas posteriores a la intervención, conviene permanecer en reposo en el domicilio.
– La vuelta al trabajo y la vida social se hará a los tres o cuatro días.
– El postoperatorio en su conjunto se tolera fácilmente, ya que las molestias ocasionadas por la intervención no son importantes y remiten rápidamente.
– No obstante, en las semanas posteriores a la intervención, la zona tratada sufre cierta inflamación, que se va reduciendo paulatinamente, para desaparecer al tercer mes.
– Durante las 4 primeras semanas se coloca una faja o vendaje elástico sobre la zona tratada con el objeto de controlar la hinchazón y para ayudar a la piel a adaptarse al nuevo contorno.
– Las cicatrices de la liposucción son mínimas y se sitúan estratégicamente para que queden escondidas.
Somos especialistas en este tipo de intervenciones y desde nuestras clínicas en Marbella, Madrid, Sevilla y Huelva ofrecemos el mejor asesoramiento y los mejores resultados.
La Lipoescultura es un procedimiento quirúrgico para moldear el cuerpo mediante la eliminación del tejido adiposo sobrante de una zona y su reinyección en parte otras zonas del cuerpo donde puede ser necesario, para lograr una figura más estética en el paciente
La lipoescultura es la operación de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora que se realiza para eliminar los depósitos de grasa localizada entre la piel y el músculo. El objetivo de la operación es remodelar el contorno corporal de forma permanente, y se realiza por zonas: abdomen, muslos, nalgas, brazos, y papada son las más comunes. Para una mayor comodidad y seguridad del paciente, la lipoescultura debe realizarse bajo anestesia general.
La liposucción es una técnica segura, siempre y cuando se seleccione bien al paciente, el quirófano esté bien equipado y sea realizada por un cirujano plástico cualificado.
La eliminación de grasa tiene efectos positivos en su salud y bienestar en general ya que reduce las probabilidades de sufrir enfermedades cardíacas, diabetes, colesterol y ciertos tipos de cáncer. Aunque no elimina grandes cantidades de grasa, esta ayuda a eliminar una cantidad importante de grasa localizada, las cuales no desaparecen con dietas y ejercicio.
Se pueden reducir los riesgos escogiendo a un cirujano plástico cualificado, que realice esta técnica en una clínica autorizada y siguiendo detenidamente sus instrucciones.
Las cicatrices de la liposucción son mínimas y situadas estratégicamente para que queden escondidas, incluso cuando llevamos bikini. Sin embargo, pueden presentarse algunos problemas estéticos, independientemente de la experiencia del cirujano plástico, como pueden ser las ondulaciones sobre la piel tratada, cambios de pigmentación que pueden ser permanentes si nos exponemos al sol. En algunos casos pueden producirse asimetrías que exijan una segunda intervención.
Los candidatos ideales para someterse a una cirugía de lipoescultura son aquellas personas que poseen un peso relativamente normal pero que tienen acúmulos de grasa en áreas localizadas. Si usted posee un estado general de salud bueno, tiene una estabilidad psicológica, y es realista en sus expectativas, será un buen candidato. Lo más importante para obtener un contorno final óptimo es poseer un piel firme y elástica (la piel que “cuelga” no se redistribuirá sobre el nuevo contorno corporal y podría requerir algún procedimiento quirúrgico adicional para eliminar el exceso de piel).
La lipoescultura no está recomendada si se ha tenido una cirugía reciente en la zona a tratar, si se tiene mala circulación en esa zona o si se padecen problemas cardiacos o respiratorios. Es importante saber también que la liposucción no mejora la celulitis.
La lipoescultura mejorará su apariencia y la confianza en uno mismo, pero no conseguirá que nos parezcamos a otra persona o que nos traten de manera diferente. Antes de decidir si se va a realizar una lipoescultura piense qué quiere conseguir y discútalo con su cirujano plástico.
Si el paciente presenta un buen estado de salud, se podrá someter a la lipoescultura sin necesidad de estudios médicos previos. Si por el contrario tiene tendencia a sufrir hemorragias, se realizará un examen médico previo con chequeo, medición del latido y presión sanguínea, e incluso análisis de sangre. El especialista cirujano puede recomendar al paciente que no tome ninguna medicación anticoagulante al menos desde 10 días antes de la intervención, y también previamente se medirá la presión de la faja elástica que deberá llevar el paciente después de la lipoescultura.
El postoperatorio consiste en mantener reposo durante unos tres días, así como un tratamiento de antibióticos y llevando una vena de presión o faja elástica. Esta faja deberá llevarse durante 2 a 4 semanas, pero a los 4 o 5 días el paciente puede volver a sus actividades normales y a los 10 días puede volver a hacer ejercicio paulatinamente.
La abdominoplastia también llamada lipectomía abdominal o cirugía del abdomen es una cirugía que consiste en la eliminación del exceso de grasa y piel. Además en la mayoría de los casos se precisa la reparación de los músculos debilitados o separados creando un abdomen más liso y firme.
Esta intervención consiste en eliminar el exceso de piel y tejido graso del abdomen medio y bajo y en retensar los músculos de la pared abdominal en ocasiones.
La abdominoplastia no es un tratamiento quirúrgico del sobrepeso; sirve para eliminar el faldón de piel (dermograso) en personas que han perdido mucho peso. Puede combinarse con técnicas de liposucción como parte de la cirugía.
Hay varias técnicas diferentes de abdominoplastia. Habitualmente se realiza también una sutura de los músculos rectos abdominales, que los refuerza en la línea media, y se recoloca el ombligo.
En ocasiones es necesario incorporar una malla sintética como refuerzo de la pared abdominal si está muy debilitada o existen hernias o eventraciones.
La abdominoplastia se realiza bajo anestesia general o anestesia raquídea. Al finalizar le quedará una cicatriz alrededor del ombligo recolocado y otra horizontal en toda la parte inferior del abdomen, que también puede extenderse lateralmente. Si el exceso cutáneo lateral es muy importante, o dependiendo de la técnica elegida, puede precisar una cicatriz vertical (en T invertida) hasta la zona esternal.
La abdominoplastia es un procedimiento de cirugía estética en el que se corrigen los defectos del abdomen, tanto en la piel, como en la grasa y la musculatura; de esta forma se mejora su aspecto.
Los pacientes que suelen someterse a estos procedimientos con más frecuencia son las mujeres después del embarazo, para corregir las deformidades abdominales pos gestación.
La abdominoplastia, además de eliminar el exceso de piel, consigue eliminar también zonas de grasa y ayuda a tensar los músculos. La recuperación de la abdominoplastia puede llevar alguna semanas, e implica los riesgos y las complicaciones típicas asociados a toda operación de cirugía estética.
Está indicado cuando existe un exceso de piel y grasa a nivel abdominal. Existen varias técnicas dependiendo de cual sea el problema principal:
Antes de la cirugía te pediremos un Análisis de laboratorio un ECG y una radiografía de tórax.
Si fumas es importante dejar de fumar al menos 20 días antes.
Evita tomar aspirinas o derivados 20 días antes de la cirugía.
El Cirujano Plástico te explicará con detalle los riesgos asociados con la Intervención quirúrgica.
Te daremos por escrito un consentimiento donde se explican los riesgos o complicaciones potenciales. Es importante que leas y entiendas completamente este folleto.
Buena parte del éxito de toda cirugía depende del cuidado postoperatorio. El seguimiento de las instrucciones médicas es vital para lograr los resultados que el médico y el paciente se han planteado.
Recuerda que el tiempo de recuperación varía dependiendo de tu propia condición física. Los pacientes suelen necesitar de 1 a 3 semanas antes de retornar a sus actividades normales.
Esta intervención consiste en eliminar el exceso de piel y tejido graso del abdomen bajo y, en ocasiones, retensar los músculos de la pared abdominal. La abdominoplastia no es un tratamiento quirúrgico del sobrepeso; sirve para eliminar el faldón de piel (dermograso) de la parte baja del abdomen. Puede combinarse con técnicas de liposucción como parte de la cirugía.
Hay varias técnicas diferentes de miniabdominoplastia. En ocasiones se realiza también una sutura de los músculos rectos abdominales, que los refuerza en la línea media. A veces es necesario incorporar una malla sintética como refuerzo de la pared abdominal si está muy debilitada o existen hernias o eventraciones.
La miniabdominoplastia es una variación técnica dela cirugía de abdominoplastia. En la abdominoplastia se reseca toda la piel y grasa comprendida entre el ombligo y el pubis, fortaleciendo si es necesario los músculos de la pared abdominal. En una miniabdominoplastia se elimina únicamente una pequeña parte de tejido cutáneo en la zona superior del pubis. También permite corregir la flacidez de los músculos de la mitad inferior del abdomen.
Esta cirugía resulta menos compleja, se realiza en menos tiempo y la recuperación es más rápida para el paciente. Pero en ningún caso puede ser sustitutiva de una abdominoplastia.
La indicación de un procedimiento u otro dependerá de la cantidad de piel sobrante, de la elasticidad cutánea y de la constitución del paciente.
En una miniabdominoplastia la longitud de la cicatriz varía en función de la cantidad de piel que deba extirparse, aunque suele ser más corta que en una abdominoplastia. Y a diferencia de esta, no es necesario recolocar el ombligo. Este permanece en su ubicación previa o en una posición ligeramente inferior.
Otros beneficios asociados a esta técnica son la corrección de la cicatriz de una cesárea no estética o la eliminación de las estrías localizadas en la parte inferior del abdomen.
La miniabdominoplastia es una intervención bien tolerada por los pacientes y que proporciona resultados definitivos, siempre y cuando se acompañe de una dieta equilibrada y ejercicio periódico.
Habitualmente las candidatas a una miniabdominoplastia son mujeres que tras el embarazo no consiguen recuperar la forma ni firmeza previa del abdomen, adoptando este un aspecto globuloso.
También está indicada en hombres que sufren una distensión de la piel y la musculatura del abdomen, como consecuencia de una pérdida de peso, así como cuando existe un descolgamiento cutáneo en esta zona debido al envejecimiento.
evaluará la complexión física, el estado de salud, examinará la extensión y el nivel de grasa en la región del abdomen y cuál es el estado de tonificación de la piel.
Teniendo en cuenta cuáles son tus expectativas y la realidad de tu físico, el doctor determinará el tratamiento que mejor se ajusta a esta situación personal para obtener las expectativas deseadas:
Si sólo existe una acumulación de grasa en la zona de debajo del ombligo, la realización de la miniabdominoplastia es la mejor solución. El procedimiento es menos complejo que la abdominoplastia, la cirugía requiere de menos tiempo y la estancia en clínica será menor.
En muchos casos es recomendable asociar una liposucción de las caderas a la miniabdominoplastia para así mejorar la totalidad de la silueta corporal y conseguir unos resultados más armónicos.. Señalar también que en algunos casos el problema de la paciente puede resolverse con la liposucción de abdomen sin entrar en el ámbito de la miniabdominoplastia.
Para mujeres después del embarazo, ya que la masa muscular del vientre se dilata. Para personas con obesidades moderadas. Para pacientes que han bajado de peso de forma drástica y desean recuperar la elasticidad de su piel en el vientre. Para personas psicologicamente estables que desean conseguir un vientre plano.
La dermolipectomía de brazos (también llamada braquial) es la intervención quirúrgica dirigida a eliminar el exceso de piel y de grasa que aparece en la cara interna de los brazos como consecuencia del descolgamiento que sufren esos tejidos con el paso de los años en ciertas personas, o después de una gran pérdida de peso.
Dependiendo del grado de flaccidez de los tejidos y de la cantidad de piel que sobra, la técnica quirúrgica será
diferente. En los casos con menos exceso de piel puede conseguirse un buen resultado realizando una
liposucción en la cara interna del brazo y estirando la piel del mismo hacia la axila, extirpando una elipse de
piel en esa zona. En estos casos la cicatriz quedará limitada a la axila. Sin embargo, cuando el grado de
flaccidez es mayor y aparece un descolgamiento amplio de los tejidos de la cara interna del brazo, será
necesaria una extirpación de piel y grasa a lo largo de toda su longitud, desde la axila hasta el codo, quedando
una cicatriz en toda esa zona.
La dermolipectomía es un procedimiento quirúrgico que elimina el exceso de piel y tejido graso de los brazos, muslos u otras zonas corporales que lo requieran, habitualmente tras haber sufrido una pérdida importante de peso, tras cirugía bariátrica o con dieta. Sirve para tensar la piel del brazo o del muslo mejorando el contorno, evitar las molestias que provocan los excesos de grasa y piel y facilitar los movimientos habituales de la vida diaria. Los pacientes que han sufrido una pérdida masiva de peso tienen una gran flacidez y su piel ha perdido en gran medida la capacidad elástica de readaptación, presentando estrías, etc. No se puede devolver la elasticidad cutánea perdida.
La dermolipectomía no es un tratamiento quirúrgico del sobrepeso. Los individuos obesos que tienen intención de perder peso deben posponer cualquier clase de cirugía del contorno corporal hasta que sean capaces de mantener su pérdida de peso. Siempre quedan amplias cicatrices visibles, en ocasiones difíciles de ocultar con la ropa. Se realiza bajo anestesia general.
La intervención suele durar de 2 a 3 horas y se realiza habitualmente bajo anestesia general, aunque en
determinadas situaciones puede utilizarse también la anestesia local y sedación. El ingreso necesario en el
hospital después de la intervención dependerá del tipo de anestesia, pero por lo general será de unas pocas horas: la intervención tiene lugar por la mañana, siendo dado de alta la paciente a última hora de la tarde, de modo que pueda dormir en su casa la misma noche de la intervención. Al finalizar la intervención se coloca en
el brazo una prenda compresiva que la paciente deberá llevar, dependiendo de la técnica quirúrgica utilizada, de 2 a 4 semanas.
Durante los 3-5 días siguientes a la intervención la paciente tendrá ciertas molestias, por lo general similares a las de unas agujetas intensas, que serán controladas con analgésicos habituales. Por lo general, a la semana ya ningún paciente necesita analgésicos. Durante esa primera semana puede aparecer algo de inflamación en las manos, en parte debida a la intervención y en parte debida a la propia prenda elástica, inflamación que disminuirá elevándolas a la altura del corazón.
Los candidatos ideales para someterse a una cirugía de lipoescultura son aquellas personas que poseen un peso relativamente normal pero que tienen acúmulos de grasa en áreas localizadas. Si usted posee un estado general de salud bueno, tiene una estabilidad psicológica, y es realista en sus expectativas, será un buen candidato. Lo más importante para obtener un contorno final óptimo es poseer un piel firme y elástica (la piel que “cuelga” no se redistribuirá sobre el nuevo contorno corporal y podría requerir algún procedimiento quirúrgico adicional para eliminar el exceso de piel).
La lipoescultura no está recomendada si se ha tenido una cirugía reciente en la zona a tratar, si se tiene mala circulación en esa zona o si se padecen problemas cardiacos o respiratorios. Es importante saber también que la liposucción no mejora la celulitis.
La lipoescultura mejorará su apariencia y la confianza en uno mismo, pero no conseguirá que nos parezcamos a otra persona o que nos traten de manera diferente. Antes de decidir si se va a realizar una lipoescultura piense qué quiere conseguir y discútalo con su cirujano plástico.
La intervención suele durar de 2 a 3 horas y se realiza habitualmente bajo anestesia general, aunque en
determinadas situaciones puede utilizarse también la anestesia local y sedación. El ingreso necesario en el
hospital después de la intervención dependerá del tipo de anestesia, pero por lo general será de unas pocas horas: la intervención tiene lugar por la mañana, siendo dado de alta la paciente a última hora de la tarde, de modo que pueda dormir en su casa la misma noche de la intervención. Al finalizar la intervención se coloca en el brazo una prenda compresiva que la paciente deberá llevar, dependiendo de la técnica quirúrgica utilizada,
de 2 a 4 semanas.
El resultado de la intervención es un brazo más delgado con la piel más tensa y firme. La paciente debe ser consciente de la técnica que se va a utilizar para conocer el tipo de cicatriz que le va a quedar.
Como en todas las técnicas de remodelado corporal (liposucción, abdominoplastia o reducción mamaria) si usted desea perder peso conviene que espere a hacerlo para someterse a la intervención. Y, al igual que en otras intervenciones donde es necesario un despegamiento amplio de tejidos, las personas que fuman tienen más riesgo de presentar complicaciones, debido a la dificultad de la llegada de sangre a los tejidos.
Por eso se les recomienda abandonar el consumo de tabaco un mes antes de la intervención.