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La blefaroplastia puede corregir la caída de los párpados superiores y las bolsas de los inferiores, características que hacen que parezcamos mayores y más cansados de lo que somos y que, en algunos casos, pueden interferir con la visión. Aquí es donde actúa la cirugía de párpados o blefaroplastia. Gracias a la cual la persona consigue verse mucho mejor, no tan envejecida o cansada, recobrando la seguridad en sí misma, la confianza, y, con ello, la vitalidad.
Los candidatos ideales para someterse a una blefaroplastia son aquellas personas que buscan una mejoría, y no una perfección absoluta, en su apariencia.
Si usted posee un estado general de salud bueno, tiene una estabilidad psicológica, y es realista en sus expectativas, será un buen candidato. Generalmente los pacientes tienen 35 años ó más, pero en algunos casos con tendencia familiar a tener bolsas, los pacientes son más jóvenes.
La blefaroplastia mejorará su apariencia y la confianza en uno mismo, pero no conseguirá que nos parezcamos a otra persona o que nos traten de manera diferente. Antes de decidir si se va a realizar una blefaroplastia piense qué quiere conseguir y discútalo con su cirujano plástico.
Existen algunas condiciones médicas que pueden hacer que existan más riegos al realizarse una blefaroplastia, como son los problemas de tiroides, la falta de lágrimas suficientes, la presión arterial alta, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
El glaucoma y el desprendimiento de retina también pueden suponer un riesgo; en determinados casos, puede ser necesaria una revisión oftalmológica previa a la blefaroplastia.
Mejora el aspecto general de los ojos. La blefaroplastia elimina del exceso de grasa y tejido muscular de los párpados. La cirugía de párpados corrige la hinchazón de los párpados superiores. El rejuvenecimiento de párpados corrige las líneas y arrugas más notorias.
En el caso de las líneas de marioneta, la infiltración con ácido hialurónico del mentón no pretenderá rellenar completamente el surco, su objetivo será suavizarlo. Resulta antinatural y raro que una persona en la quinta o sexta década de su vida no marque las líneas de marioneta. Sin embargo, el resultado será plenamente satisfactorio para el paciente que comienza a expresar los signos que provoca el envejecimiento facial.
Su cirujano plástico le proporcionará instrucciones específicas acerca de cómo prepararse para la cirugía, incluyendo normas sobre toma de alimentos y líquidos, tabaco o toma o supresión de medicamentos y vitaminas y lavado de la cara.
Es importante dejar de fumar al menos una o dos semanas antes de la cirugía. Un cumplimiento cuidadoso hará que la cirugía sea realizada en mejores condiciones. Asegúrese, además, de que algún familiar o acompañante pueda llevarle a casa cuando se le
Las cicatrices pueden tener un aspecto rosado durante los primeros meses.
Progresivamente irán desapareciendo hasta convertirse en una línea clara casi invisible.
Los resultados de la blefaroplastia, un aspecto más joven y despierto, se mantienen años; en muchos casos, los resultados son permanentes.
La rinoplastia es la cirugía que modifica la forma de la nariz, y es uno de los procedimientos quirúrgicos más frecuentemente realizados en cirugía plástica.
La rinoplastia puede disminuir o aumentar el tamaño de la nariz, cambiar la forma de la punta o del dorso, estrechar los orificios nasales o cambiar el ángulo entre la nariz y el labio superior. También corrige los problemas congénitos, los traumatismos y algunos problemas respiratorios.
La rinoplastia puede realizarse bajo anestesia local más sedación, o lo que es más frecuente, con anestesia general, dependiendo de la complejidad de la cirugía y de las preferencias de su cirujano.
Una rinoplastia suele durar entre 1 y 2 horas, aunque en casos complejos puede llevar más tiempo. Durante la cirugía, la piel de la nariz se separa de su soporte, compuesto por hueso y cartílago, que es esculpido con la forma deseada. Finalmente, la piel es redistribuida sobre este nuevo soporte.
La rinoplastia se realiza siempre en quirófano, dentro de una clínica u hospital. Normalmente, se permanece en la clínica la noche tras la cirugía, dándose el alta al día siguiente.
Los beneficios de la Rinoplastia son fundamentalmente estéticos y funcionales. Estos dos aspectos de la cirugía de nariz están muy relacionados entre sí, por lo que a la hora de considerar algún cambio estético hay que tener en cuenta si puede provocar problemas respiratorios en el futuro. Sus beneficios son:
– Mejorar tu aspecto
– Modificar el tamaño, el ancho y la forma de la nariz
– Corregir el perfil, eliminando jorobas o depresiones en el puente
– Cambiar la forma de la punta nasal
– Cambiar los ángulos de la nariz
– Modificar el tamaño y la posición de las fosas nasales
– Suavizar los matices típicos de la nariz de cada étnia
– Corregir los deterioros típicos de la edad
– A pesar de las posibilidades que ofrece la rinoplastia a nivel estético, en fundamental encontrar aquella nariz que mejor se adapta con las demás facciones, manteniendo la naturalidad y la armonía.
– Beneficios funcionales: problemas respiratorios
– Solucionar ciertas dificultades respiratorias, permitiendo corregir aquellas deformidades que obstruyen el normal funcionamiento del sistema respiratorio.
– Resolver defectos de nacimiento
– Reconstrucción de la nariz en caso de lesión o accidente.
– Solucionar problemas de ronquidos
Los candidatos ideales para someterse a una rinoplastia son aquellas personas que buscan una mejoría, y no una perfección absoluta, en su apariencia. Si usted posee un estado general de salud bueno, tiene una estabilidad psicológica, y es realista en sus expectativas, será un buen candidato. La rinoplastia mejorará su apariencia y la confianza en uno mismo, pero no conseguirá que nos parezcamos a otra persona o que nos traten de manera diferente.
Al igual que cualquier cirugía, la operación para corregir la forma de la nariz tiene su propio testimonio. Son de naturaleza funcional( violación de la respiración nasal) y estética( debido a la insatisfacción de una persona con lo que su nariz parece). En el primer caso, se recomienda la operación, y la segunda – las indicaciones para la intervención quirúrgica son relativamente relativas. En cualquier caso, cada persona decide por sí mismo si se adapta a su nariz y si necesita rinoplastia.
En el preoperatorio de la rinoplastia deberemos:
Asegurarnos de que nuestro cirujano es un cirujano plástico y estético especialista en rinoplastia ultrasónica y que está convenientemente titulado.
Realizar un preoperatorio completo, acompañado de un seguimiento directo por el anestesista que nos va a anestesiar.
Discutir con nuestro cirujano sobre cuáles son las maniobras que se van a realizar y cuál es la forma final que se va a buscar como objetivo.
Preparar la piel mediante algún producto tópico, como puede ser la árnica montana y la vitamina k para evitar la aparición de moratones posoperatorios.
Como para toda intervención quirúrgica, se debe practicar un estudio preoperatorio consistente en una analítica, valoración cardio-respiratoria y un estudio fotográfico.
En el examen clínico es importante realizar una valoración psicológica del paciente, que indique sus deseos y expectativas, apostando por rectificaciones moderadas.
El postoperatorio de la rinoplastia es sencillo e indoloro y, durante los primeros días el paciente deberá permanecer en reposo, en posición semisentado, ingiriendo abundantes líquidos y los analgésicos formulados por su cirujano. Es fundamental la irrigación nasal continua de suero fisiológico para contribuir a la limpieza nasal, evitar infecciones posquirúrgicas y mejorar la respiración nasal.
Durante las primeras 24 horas, sentirá la cara hinchada, molestias sobre la nariz, que puede sangrar ligeramente, y dolor de cabeza, que ceden con medicación; además de hinchazón y hematomas alrededor de los ojos que aumentan hasta alcanzar un máximo a los 2 ó 3 días, desapareciendo en unas 2 semanas.
Aproximadamente a las 48 a 72 en el primer control postoperatorio el cirujano retirara el taponamiento y a los 8 ó 10 días de la intervención se retira el yeso, no debiendo inquietar el aspecto hinchado y elevado de la nariz, ya que es normal. A los 15 días se puede reanudar la vida social y laboral. La nariz estará un poco engrosada, aunque los edemas y hematomas habrán desaparecido totalmente.
Al mes se realiza un control de evolución, así como a los 3 meses donde se puede apreciar el resultado. Pero el resultado definitivo se observará varios meses, o incluso un año después de la intervención.
La otoplastia es la cirugía facial que tiene como objetivo corregir y remodelar las orejas prominentes, logrando mejorar su proporción y posición. La intervención se encarga tanto de resituar las orejas de soplillo que están demasiado separadas del cráneo, como reducir su tamaño si son excesivamente grandes, remodelar el lóbulo colgante o recrear el pliegue exterior si es necesario.
Normalmente la intervención consiste en una pequeña incisión por detrás de la oreja para remodelar el cartílago y hacer que se pliegue en las zonas apropiadas. De este modo, se consigue una oreja más natural y la cicatriz queda oculta por la parte de atrás.
A través de una otoplastia se pueden remodelar las orejas para hacerlas más pequeñas, mejorar su simetría, disminuir su separación con el cráneo, eliminar la caída del lóbulo o reconstruir la oreja ante un deformidad congénita o accidente.
La otoplastia está indicada para la corrección de orejas que presentan un ángulo aurícu- lo-cefálico mayor de 30o-35o y/o se proyectan más de 20 mm entre la mastoides y el borde del hélix.
La mayoría de los cirujanos plásticos recomiendan a los padres observar el comportamiento del niño en relación a sus orejas prominentes; no se debe insistir en la cirugía hasta que el niño así lo desee. Aquellos niños que se encuentran a disgusto con sus orejas y quieren operarse, cooperan más durante la intervención y están más contentos con el resultado.
Muchos pacientes, niños o adultos, pueden estar inseguros acerca del resultado de la otoplastia. Tenga en cuenta que se pretende conseguir una mejoría, no la perfección absoluta. No espere una simetría exacta, que incluso quedaría poco natural. Si comenta con su cirujano plástico, tanto el procedimiento, como sus expectativas y opciones, los resultados serán muy satisfactorios. En la primera consulta, el cirujano plástico realizará una evaluación del problema y recomendará la técnica más efectiva para su caso. También le proporcionará las instrucciones para prepararse para la cirugía.
El catálogo de prestaciones de la Seguridad Social no incluye la realización de una otoplastia por motivos estéticos, excepto en casos en los que hay un trastorno psicológico asociado importante o cuando la deformidad es muy importante, y siempre y cuando sea durante la edad escolar.
El cirujano plástico, en la primera visita, valorara la disfunción estética del paciente y considerará la técnica que es más apropiada para el mismo y para conseguir los resultados deseados.
¿Qué debe tener en cuenta el paciente en la primera consulta?
La otoplastia no afecta en ningún caso a la audición
Debe plantear todas las dudas que considere necesarias, tales cómo todo lo se necesita saber en relación al procedimiento quirúrgico, el preoperatorio, el postoperatorio, las precauciones que deben tenerse para evitar riesgos y complicaciones, el tiempo de duración de la intervención, el tipo de anestesia, el periodo de recuperación, el coste económico de la intervención, los conceptos que cubren dicho presupuesto etc.
El vendaje será sustituido por una felpa o prenda elástica que deberá usar durante día y noche hasta la retirada de puntos, aproximadamente entre los 10 y 15 días posteriores a la Otoplastia. Posteriormente el uso de la cinta puede limitarse al tiempo que permanezca en su domicilio durante al menos durante 2 meses
Consiste en la remodelación del arco de la ceja mediante una incisión a cada lado del cuero cabelludo, en las sienes, ocultas tras el pelo. Son incisiones de entre cuatro y siete centímetros a través de las cuales se accede, por debajo del músculo de la frente, hasta las cejas, tensando los tejidos de la zona y elevándolas mediante suturas.
La caída de la cola de la ceja es un motivo de consulta frecuente en nuestro centro. Con el paso de los años, la acción de los músculos depresores (orbicular de los ojos, músculos corrugadores y el músculo procerus principalmente) agota la capacidad elevadora del musculo frontal y las cejas caen.
Cuando este descenso o caída de la ceja es más evidente a nivel de su porción externa o cola, se produce una redundancia de piel que acaba ocultando las pestañas y provoca pliegues a nivel del canto externo del ojo acentuando las “patas de gallo”.
Muchos pacientes consultan para una blefaroplastia, ya que perciben o les molesta más este exceso cutáneo a nivel de las pestañas y no son tan conscientes de la redundancia de piel a nivel de la pata de gallo. Sin embargo, cuando realizamos únicamente una elevación de la cola de la ceja, ambas características se corrigen de una forma más armónica.
En muchos casos, cuando se combinan la técnica de blefaroplastia superior clásica con el lifting de cola de ceja, los resultados son máximos pero cuando se camufla la causa (caída de la ceja) mediante solo la blefaroplastia (escisión directa de piel del parpado superior), los resultados son aceptables pero menores.
Dicho más concretamente: muchas blefaroplastias se realizan por una caída de la cola de las cejas por lo que los resultados no siempre son los mejores posibles.
En este contexto la blefaroplastia y el lifting de cola de ceja son dos técnicas complementarias para un rejuvenecimiento orbitario completo.
De los tres tipos de lifting que existen, el temporal es el que actúa más concretamente en las zonas laterales de la frente y, por tanto, minimiza las ‘patas de gallo’. En la práctica, se realiza un estiramiento de las zonas laterales de la frente, elevando la cola de la ceja y permitiendo que la pestaña vuelva a lucir en todo su esplendor. Para conseguir esto, la marca del lifting temporal es tan discreta como en el lifting frontal, puesto que la incisión se realiza en el nacimiento del cabello, aunque en esta ocasión en la zona de las orejas.
Los candidatos ideales para someterse a una rinoplastia son aquellas personas que buscan una mejoría, y no una perfección absoluta, en su apariencia. Si usted posee un estado general de salud bueno, tiene una estabilidad psicológica, y es realista en sus expectativas, será un buen candidato. La rinoplastia mejorará su apariencia y la confianza en uno mismo, pero no conseguirá que nos parezcamos a otra persona o que nos traten de manera diferente.
Al igual que cualquier cirugía, la operación para corregir la forma de la nariz tiene su propio testimonio. Son de naturaleza funcional( violación de la respiración nasal) y estética( debido a la insatisfacción de una persona con lo que su nariz parece). En el primer caso, se recomienda la operación, y la segunda – las indicaciones para la intervención quirúrgica son relativamente relativas. En cualquier caso, cada persona decide por sí mismo si se adapta a su nariz y si necesita rinoplastia.
El lifting cervico-facial, o estiramiento del rostro, se realiza siempre bajo anestesia general. Además se utiliza anestesia local para minimizar el riesgo de hemorragia y disminuir las molestias en el postoperatorio. La incisión del lifting cérvico-facial se realiza alrededor de la oreja, y se extiende por la zona posterior del pelo y la parte de la sien cubierta de pelo. Existen algunas variaciones dependiendo del sexo y del patrón individual de crecimiento del pelo, pero todas comparten el objetivo de ser imperceptibles tras la cirugía. Si es necesario disminuir la papada, se hace una incisión más debajo del mentón.
El mejor candidato es el paciente que tiene una cara y cuello que han empezado a relajarse, pero cuya piel tiene buena elasticidad y cuyas estructuras óseas y musculares están aún bien definidas.
Las personas que tienen la cara muy redonda y a pesar de perder peso no consiguen cambiar su contorno facial son buenas candidatas para una bichectomía.
En nuestra clínica realizamos la extracción de las bolas de bichat siguiendo los siguientes pasos:
Es un tratamiento sencillo que no requiere de cuidados especiales previos, salvo acudir a la clínica el día de la intervención con la boca limpia, para evitar posibles infecciones.
Cuidados posteriores:
El cuello suele envejecer más rápido que la cara y, con el transcurso del tiempo, la piel del cuello se vuelve flácida. El lifting de cuello se trata de un proceso quirúrgico en el cual se estira la piel para que éste luzca más joven, libre de arrugas y firme. La invasión es mínima, pues se procura que la incisión quede detrás para que la cicatriz sea casi invisible, se reposicionan las capas musculares, piel y grasa, tensando la musculatura facial y retirando el tejido sobrante.
El mejor candidato es el paciente que tiene una cara y cuello que han empezado a relajarse, pero cuya piel tiene buena elasticidad y cuyas estructuras óseas y musculares están aún bien definidas.
En la cita preoperatoria te solucionaremos las preguntas que hayan podido quedar sin respuesta en la consulta inicial, tales como detalles quirúrgicos, consentimiento informado, y revisaremos los objetivos de tratamiento para que los tengamos frescos en la intervención.
Normalmente el paciente no suele sentirse muy incómodo después del lifting. En todo caso se puede administrar alguna medicación para el dolor. El paciente puede notar adormecimiento en la piel: esto es normal y desaparece en unas pocas semanas.
Las bolas de Bichat se definen como dos bolas de grasa que se encuentran en ambas mejillas. Cada una tiene un volumen aproximado de 10 cc y pesan unos 9 gr. Se encuentran entre los músculos masetero y bucinador. Estas bolas se pueden retirar por medio de la BICHECTOMÍA.
Esta intervención lo que hace es remover estas bolas de grasa para dejar el rostro más estirado. La operación suele durar una hora aproximadamente y se realiza bajo anestesia local y sedación o anestesia general. La incisión se realiza por dentro de la cavidad oral. Los efectos de la operación no se verán hasta pasado unos meses de la cirugía.
El mejor candidato es el paciente que tiene una cara y cuello que han empezado a relajarse, pero cuya piel tiene buena elasticidad y cuyas estructuras óseas y musculares están aún bien definidas.
En la cita preoperatoria te solucionaremos las preguntas que hayan podido quedar sin respuesta en la consulta inicial, tales como detalles quirúrgicos, consentimiento informado, y revisaremos los objetivos de tratamiento para que los tengamos frescos en la intervención.
Recomendaciones:
La mentoplastia o cirugía del mentón es una intervención quirúrgica rápida y sencilla con la cual se consigue modificar la forma o el tamaño del mentón. Su principal objetivo es lograr que los rasgos faciales sean proporcionados en su conjunto. La intervención depende del tipo de arreglo que se requiera:
Un mentón hacia atrás, en este caso es necesario avanzar el mentón.
Un mentón sobresaliente, está demasiado adelantado y se debe mover hacia atrás.
Un mentón demasiado alto, dando un efecto de cara demasiado corta, se debe bajar la barbilla.
Un mentón demasiado bajo, dando aquí un efecto de cara demasiado larga, donde será necesario levantar la barbilla.
Un mentón asimétrico que habrá que reenfocar.
Darle más fuerza al rostro: se consigue a base de definir o aumentar el mentón; Suavizar las facciones: para ellos, será necesario reducir el mentón; Corregir asimetrías faciales: en este caso, puede necesitarse tanto la reducción como el aumento.
Antes de realizar una mentoplastía se debe realizar un buen diagnóstico del paciente y determinar si es candidato o no a esta cirugía. Los individuos susceptibles a mentoplastía se relacionan con alteraciones estéticas de la barbilla a causa de deformidades por defectos congénitos o adquiridos, o simplemente a causa del envejecimiento.
La alteración en la forma del mentón suele asociarse a tres afecciones que están indicadas para mentoplastía:
a) Micrognatia o sub desarrollo de la mandíbula, que puede ser de carácter congénito o secundario a problemas del desarrollo que se caracteriza por mandíbula pequeña (hipoplásica) y en retrusión, con presencia de una maloclusión dental.
b) Microgenia. Es una alteración muy común y se distingue por un crecimiento insuficiente de la porción mandibular anterior (sínfisis mentoniana), dando origen a una retrusión sin maloclusión dental. Esta afección se puede dar en sentido ánteroposterior, vertical o mixto.
c) Retrognatia: o retrusión mandibular, que se caracteriza por poseer un tamaño aparentemente normal y no existe maloclusión dentaria.1 10
Además de las mencionadas alteraciones, existen otras indicaciones como: el envejecimiento, ya que con los años la proyección anterior y vertical del mentón se pierde, se atrofian los tejidos blandos y disminuye la elasticidad de la piel y el tejido subcutáneo, dando la apariencia de un desagradable “mentón de bruja”, caracterizado por un pliegue submentoniano muy profundo y una caída del tejido prementoniano.
Es importante que un paciente antes de realizarse una cirugía plástica esté bien nutrido. La anemia o la falta de ciertas vitaminas en el cuerpo pueden afectar la cicatrización y eso significa un problema en la recuperación.
Una dieta fuerte en hierro con carne, frutas y verduras es ideal para esto. Sin embargo, debes recordar que el empezar a comer saludable 2 días antes de tu operación no te ayudará en mucho. Lo mejor es hacerlo por lo menos dos meses previos a la fecha de la intervención.
Esta recomendación funciona tanto para el preoperatorio como para el postoperatorio de una cirugía de mentón. Este hábito es perjudicial ya que la nicótina empeora la circulación de la sangre.
También puede afectar la cantidad de oxígeno en la sangre, ya que alrededor de 4000 toxinas irritan los pulmones. Tomando en cuenta estos dos factores es fácil deducir que afecta la cicatrización de los tejidos. Si eres un fumador activo, lo más recomendable es dejarlo por lo menos 30 días antes de la operación.
Muchos medicamentos son derivados de ácido acetilsalicílico, entre ellos, la aspirina. Estos varían la coagulación y aumentan de manera considerable el riesgo de tener hematomas luego de la operación.
Otros medicamentos, como los vasodilatadores pueden aumentar los sangrados, por lo que hay que tener mucho cuidado.
Después de la cirugía el paciente experimentará malestar, equimosis e inflamación en la barbilla y en la región mandibular subyacente que durará algunos días después de la intervención, debiendo seguir indicaciones precisas para reducir las molestias y facilitar el proceso de cicatrización:9
Además de cumplir con la medicación postoperatoria con antibióticos, analgésicos, antiinflamatorios, enjuagues bucales, etc., se recomienda no retirarse las telas adhesivas durante los primeros 7 días, así como consumir una dieta blanda y tomar batidos de suplementos alimenticios para obtener los nutrientes requeridos para una pronta recuperación, aplicar paquetes de hielo o compresas frías en la zona. El paciente deberá realizar control de la temperatura para descartar la existencia de una infección.
Generalmente, se recomienda esperar de 2 a 3 semanas para comenzar a realizar ejercicios físicos y se aconseja esperar alrededor de 1 mes antes de exponerse al sol, pues esto prolonga el proceso de desinflamación, obstaculizando una buena cicatrización.
El tamaño y la forma de los senos preocupa a la mayoría de las mujeres, ya que estar satisfechas con sus pechos potencia la autoestima y confianza así como su feminidad. El aumento de senos con implantes es el tratamiento más adecuado para resolver:
Es un procedimiento completamente seguro y con un elevado grado de satisfacción en todas nuestras pacientes. Contamos con cirujanos altamente especializados que garantizan los mejores resultados.
Mediante el aumento con implantes se logra, además de un mayor volumen en los senos de la mujer:
El principal beneficio escorregir un pecho excesivamente plano, corregir un desequilibrio entre ambos senos, lograr una mejor apariencia después de un embarazo o pérdida de peso, reconstruir los senos después de una mastectomía tras superar un cáncer de mama o sufrir un accidente.
La candidata ideal para someterse a una cirugía de mamas son aquellas personas sanas, emocionalmente estables que comprenden los resultados que se pueden obtener tras la cirugía.
Muchas mujeres desean un aumento tras un embarazo o una lactancia que ha dejado vacío y caído el pecho. Aunque no existe riego de que el aumento altere futuros embarazos, sí debe saber que las mamas pueden volver a descolgarse algo tras un nuevo embarazo.
Se le darán instrucciones acerca de cómo prepararse para la cirugía, incluyendo normas sobre toma de alimentos y líquidos, tabaco o toma o supresión de medicamentos, vitaminas y suplementos de hierro.
En el aumento de mamas no es preciso transfundir sangre durante la cirugía. Asegúrese, además, de que algún familiar o acompañante pueda llevarle a casa cuando se le dé el alta y que, en caso necesario, puedan ayudarle un par de días.
Un pequeño porcentaje de mujeres puede tener una infección alrededor de la prótesis, normalmente en las primeras semanas después de la cirugía. Algunas mujeres notan los pezones más o menos sensibles, e incluso, sin sensibilidad. Estos cambios suelen ser temporales, aunque en unos pocos casos serán permanentes.
No existe evidencia de que las prótesis de mama afecten la fertilidad, el embarazo o la lactancia. Es extraordinariamente infrecuente que las prótesis pueden romperse, haciendo que el contenido salga fuera de su cápsula. Cuando la prótesis está rellena de suero, el líquido se reabsorbe rápidamente sin producir ningún daño, disminuyendo la mama de volumen en unas horas.
Si está rellena de silicona pueden pasar dos cosas: si la cápsula formada por el organismo no se rompe, no notará ningún cambio; si se ha roto, especialmente cuando ha sido sometida a mucha presión, la silicona sale disminuyendo el volumen de la mama.
Con ambos tipos de prótesis será necesario una nueva intervención para reemplazarla. No existe evidencia científica probada de que las prótesis provoquen cáncer de mama o enfermedades del tejido conectivo.
La colocación de una prótesis no impide la realización de mamografías.
Es habitual someterse a una mastopexia por varios motivos, entre ellos pueden encontrarse la pérdida de peso o haber sido madre. Estos factores pueden provocar una deformación y caída de los pechos, haciendo que ya no sean los que en su momento fueron.
La operación de elevación de pechos es muy sencilla de practicar y puede llevarse a cabo de dos formas distintas. Esto es, la incisión para la elevación del pecho puede hacerse o bien justo debajo del mismo o alrededor de la areola. Generalmente, solemos hacerlo alrededor de la areola, ya que tarda menos en cicatrizar y la cicatriz se cura más fácilmente haciéndose casi imperceptible.
En algunos casos esta técnica se usa en combinación con la colocación de una prótesis, es en aquellos casos en los que no tenemos tejidos suficientes para dar un buen relleno a la mama, principalmente en el polo superior. Denominamos a esta técnica Mastopexia de aumento.
La intervención quirúrgica dura aproximadamente 3 horas, y los resultados son inmediatos, aunque el tiempo de recuperación total es de unos 20 días. Con una anestesia general aplicada previamente a la operación y una hospitalización de unos días para controlar que todo está bien, verás los resultados nada más termine la operación y podrás disfrutar de ellos durante muchos años. Los efectos de esta cirugía son duraderos y sorprendentes, pero no permanentes ya que la paciente seguirá sufriendo un proceso natural de envejecimiento. La paciente debe saber que es fácil que al cabo de unos años sea necesario otra pequeña intervención para remodelar el tejido glandular que posee que habrá seguido su natural proceso de envejecimiento, produciendo en la mama un efecto de doble burbuja. No es frecuente, pero si es posible.
La mastopexia o elevación de pecho es la cirugía plástica de elevación mamaria que permite recolocar los senos de la mujer en su posición natural y recuperar su firmeza. Mediante la elevación de los senos se realza su forma corrigiendo la tendencia de las mamas caídas o flácidas y logrando un volumen estéticamente muy satisfactorio.
La técnica empleada generalmente en esta operación se basa en la realización de una incisión alrededor de la areola, aunque en ocasiones puede ser necesario alargar el corte hasta el surco mamario inferior. Además, según el caso, este tipo de intervención puede requerir la colocación de una prótesis de silicona para incrementar el volumen de los pechos y lograr así el reposicionamiento deseado con una forma más natural.
Para saber si eres candidata a una elevación (mastopexia) de pecho, debes observar si cumples alguna o varias de las siguientes características:
Antes de someterse a una mastopexia, la paciente debe seguir unas normas para que la intervención sea lo más efectiva posible:
Las principales medidas a tomar después de la cirugía son:
También conocida como Mamoplastia de reducción es un procedimiento quirúrgico para disminuir el tamaño de las mamas, mediante la extirpación de grasa, tejido mamario y piel, haciéndolas más pequeñas, ligeras y firmes. Además puede reducir el tamaño de la areola. Esta cirugía consigue un resultado más estético y cómodo para la paciente. Existen diversos procedimientos quirúrgicos que se utilizan en función del tamaño de la mama a reducir y de la distancia desde el punto que llamamos medio clavicular y otro punto situado en el pezón. No a todas las pacientes se les puede realizar la misma técnica, pero de cualquier manera siempre se intenta conservar la sensibilidad del complejo areola pezón y la posibilidad de lactancia en un futuro.
En los casos mas complejos se utiliza la técnica de Injerto Libre para el complejo areola pezón, que si bien va a hacer desaparecer la sensibilidad de la areola y el pezón evitará en gran medida las posibles complicaciones de desarrollar otra técnica no adecuada.
La cirugía de reducción de mamas se hace bajo anestesia general. Esto es un medicamento que la mantiene dormida y libre de dolor. Para una mamoplastia de reducción, el cirujano extirpa parte del tejido mamario y de la piel. Los pezones pueden moverse para arriba para reubicarlos por razones estéticas.
La reducción de mamas por lo general se realiza en mamas grandes (macromastia), pero también puede indicarse en caso de: Infecciones quísticas de la mama (mastitis poliquística) Dolor de espalda, cuello, hombros, senos o cabeza. Pérdida de la sensibilidad en la mama, los brazos o dedos.
Durante los días anteriores a la cirugía de reducción de pecho es conveniente utilizar un jabón germicida, tipo Lactacyd, para lavar todo el cuerpo. Es también muy importante informar antes de la operación al médico sobre toda la medicación que se esté tomando.
Tras la cirugía de mamas es normal encontrarse algo cansada unos días, pero podrá hacer vida casi normal a las 24-48 horas. La mayoría de las molestias se controlan bien con la medicación prescrita por el cirujano, aunque las mamas pueden doler un par de semanas.
Durante las primeras 24 horas, sentirá la cara hinchada, molestias sobre la nariz, que puede sangrar ligeramente, y dolor de cabeza, que ceden con medicación; además de hinchazón y hematomas alrededor de los ojos que aumentan hasta alcanzar un máximo a los 2 ó 3 días, desapareciendo en unas 2 semanas.
Aproximadamente a las 48 a 72 en el primer control postoperatorio el cirujano retirara el taponamiento y a los 8 ó 10 días de la intervención se retira el yeso, no debiendo inquietar el aspecto hinchado y elevado de la nariz, ya que es normal. A los 15 días se puede reanudar la vida social y laboral. La nariz estará un poco engrosada, aunque los edemas y hematomas habrán desaparecido totalmente.
Al mes se realiza un control de evolución, así como a los 3 meses donde se puede apreciar el resultado. Pero el resultado definitivo se observará varios meses, o incluso un año después de la intervención.
La contractura capsular es el engrosamiento exagerado de la cápsula que, en una situación normal, rodea una prótesis mamaria. Esta reacción inflamatoria exagerada provoca un endurecimiento, cambio morfológico, incluso dolor de la mama intervenida.
Además, se sabe que es la complicación más frecuente en pacientes portadoras de prótesis mamaria, ya sea en reconstrucciones tras una mastectomía como en intervenciones con fines estéticos. Así mismo, supone una de las primeras causas de reintervención tras este tipo de cirugía.
En la actualidad la incidencia de la contractura capsular se estima entorno al 10-15% sin otros factores de riesgo.
La contractura capsular es el engrosamiento exagerado de la cápsula que, en una situación normal, rodea una prótesis mamaria. Esta reacción inflamatoria exagerada provoca un endurecimiento, cambio morfológico, incluso dolor de la mama intervenida.
El tratamiento del encapsulamiento depende del grado de contractura y de la antigüedad de la misma. Si la contractura capsular se trata correctamente en las primeras semanas de formación, existen muchas posibilidades de éxito. Si está en fase inicial, el tratamiento suele consistir en la toma de antibióticos u otros medicamentos que indique el especialista.
Sin embargo, si la contractura está muy avanzada el procedimiento se complica. Existe la posibilidad de romper la cápsula de tejido fibrótico mediante el tratamiento con ultrasonidos, siempre que no se trate de un caso muy grave o muy antiguo.
En casos más extremos, la única solución al encapsulamiento es una nueva cirugía y el reemplazamiento del implante. Si esta nueva intervención sigue los parámetros de sanidad pactados no tiene porque volverse a producir la contractura capsular.
La cirugía para resolver la contractura capsular está indicada para aquellas mujeres con implantes colocados en una operación anterior.
El cirujano plástico reparador debe, previamente, considerar que el grado de contractura capsular y determinar si es de un nivel tan alto como para precisar de intervención. Se realizará cirugía sólo si han pasado más de seis meses de la operación de los implantes ya que durante los 6 meses postoperatorios tienen efectividad los tratamientos no quirúrgicos y primero se prueba con estas.
La contractura capsular de prótesis o cápsula patológica tiene lugar cuando dicha cápsula fibrosa es irregular , demasiado gruesa o firme y más pequeña que la prótesis. Dando lugar a un tacto endurecido del pecho, llegando incluso a causar molestias , mal posición y deformación del implante.
Para cambiar el aspecto de una mama tubular se requiere una intervención quirúrgica que depende, en gran medida, del grado de tuberosidad. Éste se corrige mediante una mamoplastia, o una mastopexia, el fin es moldear y ajustar el tamaño del pecho. La vía de abordaje puede ser submamaria, mientras que en casos graves se requiere un abordaje areolar y un remodelado completo. En algunos casos es necesario la utilización de un implante mamario.
Las mamas tuberosas, conocidas también como mamas tubulares, son los senos que tienen forma de tubo en vez de forma redondeada y que tienen mucha separación entre ambas mamas. Además, las areolas normalmente son grandes y existe una falta de desarrollo en la parte inferior. Existen diversos grados de malformación.
En la cirugía de la mama tuberosa se busca corregir la alteración glandular, la areola y el volumen. Dado que es una malformación congénita que altera la conformación natural de la mama, su corrección devuelve la forma armónica, que es lo que la paciente suele demandar.
Como se puede comprobar en las anteriores fotografías de mamas tuberosas, el resultado es muy positivo. Los beneficios estéticos son evidentes, el resultado tiene un impacto directo en el ánimo y la autoestima de la persona que se somete a la intervención.
En un principio, un caso de mamas tuberosas no genera ningún tipo de trastorno más allá del producido por cuestiones estéticas. Sin embargo, en la mayoría de los casos se lleva a cabo una intervención quirúrgica para corregir la malformación porque supone un gran beneficio para la paciente.
En ocasiones la malformación sigue desarrollándose, provocando que el pecho se deforme más. Un diagnóstico temprano permite recuperar el tejido y corregir la malformación de inmediato, impidiendo que el problema se desarrolle en mayor media.
La contractura capsular de prótesis o cápsula patológica tiene lugar cuando dicha cápsula fibrosa es irregular , demasiado gruesa o firme y más pequeña que la prótesis. Dando lugar a un tacto endurecido del pecho, llegando incluso a causar molestias , mal posición y deformación del implante.
Existen ciertos cuidados a tener en cuenta tras la cirugía de senos tuberosos:
La cirugía de corrección de pezones invertidos consigue un pecho de aspecto más natural y atractivo. Se realiza con anestesia local y de forma ambulatoria. Se realiza mediante una incisión en el borde inferior del pezón. El pezón se tracciona superiormente y es suturado en una nueva posición. La cicatriz es prácticamente invisible por su escasa longitud y por estar situada en la frontera entre la areola y la piel. Con técnicas parecidas se puede aumentar o disminuir el tamaño del pezón y de la areola.
El resultado de la cirugía es muy natural y las cicatrices, mínimas, resultan imperceptibles.
Los pezones suelen desempeñar un papel importante en la autoestima de la mujer. Unos pezones invertidos pueden ocasionar complejos.
Los pezones invertidos o umbilicados son una patología relativamente común en mujeres, más rara en hombres, y que puede afectar a una o las dos mamas. El pezón invertido es una alteración congénita que se produce cuando los conductos del pezón, llamados galactóforos y que permiten el paso de la leche hasta el pezón, son más cortos de lo habitual, hecho que provoca la retracción de los pezones.
Una pequeña cirugía, que puede realizarse con anestesia local es, normalmente, la solución más eficaz para solucionar este problema.
El pezón invertido o umbilicado es una patología que, más allá de su impacto estético, en los estadios más graves, puede llegar a imposibilitar la lactancia materna.
Es importante diferenciar el pezón invertido del pezón retraído (adquirido tras una cirugía, infección o un tumor mamario), ya que el tratamiento es distinto.
Dependiendo de la severidad, el pezón invertido se clasifica en tres tipos:
El grado más habitual de las pacientes suele ser el I o el II en un 90% de los casos. En el caso de grado III llega incluso a ser imposible la lactancia.
Al margen de los problemas funcionales que pueden ocasionar los pezones invertidos está claro el fuerte impacto estético que, en algunas mujeres, supone este problema. Este descontento estético es lo que motiva acudir a la cirugía para corregirlo.
Es importante valorar el grado de inversión del pezón, pues en los grados I o II se puede intentar una cirugía que conserve los conductos galactóforos, para no imposibilitar la lactancia tras la cirugía . El problema de estas técnicas conservadoras es el alto riesgo de recidiva.
El resultado de la cirugía es muy natural y las cicatrices, mínimas, resultan imperceptibles.
La paciente puede retomar su vida socio-laboral inmediatamente, únicamente debe evitarse el ejercicio físico hasta pasados 10 días de la operación, aproximadamente.
Este tipo de tratamiento por lo general viene de la mano de operación de elevación de pecho, reducción de senos, aumento de mamas, o corrección del pezón invertido, sin embargo cuando se realiza únicamente la operación de reducción de areola se considera una intervención quirúrgica menor por lo cual se aplica anestesia local. Durante la intervención se retira una delgada capa de piel superficial y se sutura con un hilo muy fino para evitar cicatrices.
La Reducción de Areola es un Procedimiento que consiste en corregir el tamaño de la piel pigmentada que se encuentra alrededor del pezón, de tal forma que el pecho tenga un aspecto más realzado y embellecido.
En el caso de realizarse únicamente la Reducción de la Areola se trataría de una intervención menor, bajo anestesia local. El Procedimiento tiene una duración aproximada de una hora, es ambulatorio y es altamente efectivo.
La intervención consiste en retirar una delgada capa de piel superficial y suturar con un hilo muy fino para evitar cicatrices. Un acto muy sencillo que mejora la estética y aspecto que luce el pecho de forma espectacular.
El algunas ocasiones una areola puede ser diferente a la otra llegando a provocar una asimetría significativa, en estos casos el Cirujano Plástico la igualará para dar simetría y armonía la zona pectoral.
Algunas mujeres, además de retocar la areola, también buscan reducir la altura y anchura del pezón, preservando la sensibilidad. Este retoque se realiza muy a menudo con la reducción de la areola ya que una de cada diez mujeres sufren anomalías en los pezones.
Tras la operación de reducción de la areola, obtendrás un monículo mamario más estético y redondeado, eliminando la forma tubular que tenía antes. Para resultados óptimos en caso de pechos tubulares, se recomienda aumentar también el tamaño de las mamas mediante una operación de aumento de pecho.
La candidata ideal para someterse a una cirugía de mamas son aquellas personas sanas, emocionalmente estables que comprenden los resultados que se pueden obtener tras la cirugía.
Muchas mujeres desean un aumento tras un embarazo o una lactancia que ha dejado vacío y caído el pecho. Aunque no existe riego de que el aumento altere futuros embarazos, sí debe saber que las mamas pueden volver a descolgarse algo tras un nuevo embarazo.
La operación de reducción de areola es un tipo de cirugía que disminuye el área de la piel pigmentada que rodea al pezón. De este modo se consigue una areola más pequeña y proporcional al resto del pecho.
La intervención de reducción de areola en sí no precisa de unos cuidados demasiado complejos ni tampoco es excesivamente dolorosa.
De esta manera, los cuidados postoperatorios de esta intervención dependerán de la magnitud de la misma, pues si está ligada a otros cambios mayores como un aumento de mama, sí que será necesario realizar unos cuidados acordes a este tipo de operación.
En este caso, será conveniente un reposo de unos días para que la prótesis se adecúe a la musculatura y, poco a poco, el pecho vaya adquiriendo un resultado más natural. Sobre todo, no dudes en consultar a tu cirujano plástico ante cualquier duda.
La cirugía de lipectomía asistida por succión se realiza mediante un instrumento quirúrgico hueco de metal denominado “cánula” que se inserta a través de una incisión o incisiones pequeñas en la piel y se pasa de un lado a otro en el área del depósito graso. La cánula está unida a una fuente de vacío, que proporciona la succión necesaria para quitar el tejido graso.
En algunas situaciones, se puede utilizar una cánula especial que emite energía ultrasónica para licuar los depósitos grasos. Esta técnica se conoce como “lipectomía asistida por ultrasonido”. Según sus necesidades, su médico le puede recomendar la lipectomía asistida por succión sola o en combinación con la lipectomía asistida por ultrasonido.
Existen diversas técnicas que los cirujanos plásticos utilizan para la liposucción y la atención luego
de la cirugía. La liposucción se puede realizar con anestesia local o general. La técnica de liposucción tumescente implica inyectar líquido que contiene un anestésico local diluido y epinefrina en las áreas de depósitos grasos. Esta técnica puede reducir las molestias en el momento de la cirugía, la pérdida de sangre y los moretones después de la operación.
La liposucción es una de las intervenciones quirúrgicas plásticas más elegidas porque ofrece la posibilidad de eliminar la grasa y la celulitis de manera segura y efectiva, y porque puede combinarse fácilmente con otras técnicas de cirugía estética. Algunas de los principales beneficios de la liposucción son una mejor salud asociada con la pérdida de grasa, una mejor apariencia y la reducción del aspecto de la celulitis.
Los mejores candidatos para la liposucción son las personas de peso relativamente normal que tienen un exceso de grasa en áreas particulares del cuerpo. Una piel firme y elástica resultará en un mejor contorno final después de la liposucción. La piel que ha perdido el tono debido a estrías, pérdida de peso o envejecimiento natural no volverá a moldearse a los nuevos contornos y puede requerir técnicas quirúrgicas adicionales para quitar y afirmar su exceso.
Es recomendable que el cirujano plástico le de una serie de instrucciones prequirúrgicas acerca de las comidas que debe consumir, al igual, evitar bebidas alcohólicas y algunas drogas. Es importante que no se exponga ni antes ni después de la cirugía al sol, pues este hace que se produzca inflamación y acumulación de pigmento en la cicatriz.
– Durante las 24 y 48 horas posteriores a la intervención, conviene permanecer en reposo en el domicilio.
– La vuelta al trabajo y la vida social se hará a los tres o cuatro días.
– El postoperatorio en su conjunto se tolera fácilmente, ya que las molestias ocasionadas por la intervención no son importantes y remiten rápidamente.
– No obstante, en las semanas posteriores a la intervención, la zona tratada sufre cierta inflamación, que se va reduciendo paulatinamente, para desaparecer al tercer mes.
– Durante las 4 primeras semanas se coloca una faja o vendaje elástico sobre la zona tratada con el objeto de controlar la hinchazón y para ayudar a la piel a adaptarse al nuevo contorno.
– Las cicatrices de la liposucción son mínimas y se sitúan estratégicamente para que queden escondidas.
Somos especialistas en este tipo de intervenciones y desde nuestras clínicas en Marbella, Madrid, Sevilla y Huelva ofrecemos el mejor asesoramiento y los mejores resultados.
La Lipoescultura es un procedimiento quirúrgico para moldear el cuerpo mediante la eliminación del tejido adiposo sobrante de una zona y su reinyección en parte otras zonas del cuerpo donde puede ser necesario, para lograr una figura más estética en el paciente
La lipoescultura es la operación de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora que se realiza para eliminar los depósitos de grasa localizada entre la piel y el músculo. El objetivo de la operación es remodelar el contorno corporal de forma permanente, y se realiza por zonas: abdomen, muslos, nalgas, brazos, y papada son las más comunes. Para una mayor comodidad y seguridad del paciente, la lipoescultura debe realizarse bajo anestesia general.
La liposucción es una técnica segura, siempre y cuando se seleccione bien al paciente, el quirófano esté bien equipado y sea realizada por un cirujano plástico cualificado.
La eliminación de grasa tiene efectos positivos en su salud y bienestar en general ya que reduce las probabilidades de sufrir enfermedades cardíacas, diabetes, colesterol y ciertos tipos de cáncer. Aunque no elimina grandes cantidades de grasa, esta ayuda a eliminar una cantidad importante de grasa localizada, las cuales no desaparecen con dietas y ejercicio.
Se pueden reducir los riesgos escogiendo a un cirujano plástico cualificado, que realice esta técnica en una clínica autorizada y siguiendo detenidamente sus instrucciones.
Las cicatrices de la liposucción son mínimas y situadas estratégicamente para que queden escondidas, incluso cuando llevamos bikini. Sin embargo, pueden presentarse algunos problemas estéticos, independientemente de la experiencia del cirujano plástico, como pueden ser las ondulaciones sobre la piel tratada, cambios de pigmentación que pueden ser permanentes si nos exponemos al sol. En algunos casos pueden producirse asimetrías que exijan una segunda intervención.
Los candidatos ideales para someterse a una cirugía de lipoescultura son aquellas personas que poseen un peso relativamente normal pero que tienen acúmulos de grasa en áreas localizadas. Si usted posee un estado general de salud bueno, tiene una estabilidad psicológica, y es realista en sus expectativas, será un buen candidato. Lo más importante para obtener un contorno final óptimo es poseer un piel firme y elástica (la piel que “cuelga” no se redistribuirá sobre el nuevo contorno corporal y podría requerir algún procedimiento quirúrgico adicional para eliminar el exceso de piel).
La lipoescultura no está recomendada si se ha tenido una cirugía reciente en la zona a tratar, si se tiene mala circulación en esa zona o si se padecen problemas cardiacos o respiratorios. Es importante saber también que la liposucción no mejora la celulitis.
La lipoescultura mejorará su apariencia y la confianza en uno mismo, pero no conseguirá que nos parezcamos a otra persona o que nos traten de manera diferente. Antes de decidir si se va a realizar una lipoescultura piense qué quiere conseguir y discútalo con su cirujano plástico.
Si el paciente presenta un buen estado de salud, se podrá someter a la lipoescultura sin necesidad de estudios médicos previos. Si por el contrario tiene tendencia a sufrir hemorragias, se realizará un examen médico previo con chequeo, medición del latido y presión sanguínea, e incluso análisis de sangre. El especialista cirujano puede recomendar al paciente que no tome ninguna medicación anticoagulante al menos desde 10 días antes de la intervención, y también previamente se medirá la presión de la faja elástica que deberá llevar el paciente después de la lipoescultura.
El postoperatorio consiste en mantener reposo durante unos tres días, así como un tratamiento de antibióticos y llevando una vena de presión o faja elástica. Esta faja deberá llevarse durante 2 a 4 semanas, pero a los 4 o 5 días el paciente puede volver a sus actividades normales y a los 10 días puede volver a hacer ejercicio paulatinamente.
La abdominoplastia también llamada lipectomía abdominal o cirugía del abdomen es una cirugía que consiste en la eliminación del exceso de grasa y piel. Además en la mayoría de los casos se precisa la reparación de los músculos debilitados o separados creando un abdomen más liso y firme.
Esta intervención consiste en eliminar el exceso de piel y tejido graso del abdomen medio y bajo y en retensar los músculos de la pared abdominal en ocasiones.
La abdominoplastia no es un tratamiento quirúrgico del sobrepeso; sirve para eliminar el faldón de piel (dermograso) en personas que han perdido mucho peso. Puede combinarse con técnicas de liposucción como parte de la cirugía.
Hay varias técnicas diferentes de abdominoplastia. Habitualmente se realiza también una sutura de los músculos rectos abdominales, que los refuerza en la línea media, y se recoloca el ombligo.
En ocasiones es necesario incorporar una malla sintética como refuerzo de la pared abdominal si está muy debilitada o existen hernias o eventraciones.
La abdominoplastia se realiza bajo anestesia general o anestesia raquídea. Al finalizar le quedará una cicatriz alrededor del ombligo recolocado y otra horizontal en toda la parte inferior del abdomen, que también puede extenderse lateralmente. Si el exceso cutáneo lateral es muy importante, o dependiendo de la técnica elegida, puede precisar una cicatriz vertical (en T invertida) hasta la zona esternal.
La abdominoplastia es un procedimiento de cirugía estética en el que se corrigen los defectos del abdomen, tanto en la piel, como en la grasa y la musculatura; de esta forma se mejora su aspecto.
Los pacientes que suelen someterse a estos procedimientos con más frecuencia son las mujeres después del embarazo, para corregir las deformidades abdominales pos gestación.
La abdominoplastia, además de eliminar el exceso de piel, consigue eliminar también zonas de grasa y ayuda a tensar los músculos. La recuperación de la abdominoplastia puede llevar alguna semanas, e implica los riesgos y las complicaciones típicas asociados a toda operación de cirugía estética.
Está indicado cuando existe un exceso de piel y grasa a nivel abdominal. Existen varias técnicas dependiendo de cual sea el problema principal:
Antes de la cirugía te pediremos un Análisis de laboratorio un ECG y una radiografía de tórax.
Si fumas es importante dejar de fumar al menos 20 días antes.
Evita tomar aspirinas o derivados 20 días antes de la cirugía.
El Cirujano Plástico te explicará con detalle los riesgos asociados con la Intervención quirúrgica.
Te daremos por escrito un consentimiento donde se explican los riesgos o complicaciones potenciales. Es importante que leas y entiendas completamente este folleto.
Buena parte del éxito de toda cirugía depende del cuidado postoperatorio. El seguimiento de las instrucciones médicas es vital para lograr los resultados que el médico y el paciente se han planteado.
Recuerda que el tiempo de recuperación varía dependiendo de tu propia condición física. Los pacientes suelen necesitar de 1 a 3 semanas antes de retornar a sus actividades normales.
Esta intervención consiste en eliminar el exceso de piel y tejido graso del abdomen bajo y, en ocasiones, retensar los músculos de la pared abdominal. La abdominoplastia no es un tratamiento quirúrgico del sobrepeso; sirve para eliminar el faldón de piel (dermograso) de la parte baja del abdomen. Puede combinarse con técnicas de liposucción como parte de la cirugía.
Hay varias técnicas diferentes de miniabdominoplastia. En ocasiones se realiza también una sutura de los músculos rectos abdominales, que los refuerza en la línea media. A veces es necesario incorporar una malla sintética como refuerzo de la pared abdominal si está muy debilitada o existen hernias o eventraciones.
La miniabdominoplastia es una variación técnica dela cirugía de abdominoplastia. En la abdominoplastia se reseca toda la piel y grasa comprendida entre el ombligo y el pubis, fortaleciendo si es necesario los músculos de la pared abdominal. En una miniabdominoplastia se elimina únicamente una pequeña parte de tejido cutáneo en la zona superior del pubis. También permite corregir la flacidez de los músculos de la mitad inferior del abdomen.
Esta cirugía resulta menos compleja, se realiza en menos tiempo y la recuperación es más rápida para el paciente. Pero en ningún caso puede ser sustitutiva de una abdominoplastia.
La indicación de un procedimiento u otro dependerá de la cantidad de piel sobrante, de la elasticidad cutánea y de la constitución del paciente.
En una miniabdominoplastia la longitud de la cicatriz varía en función de la cantidad de piel que deba extirparse, aunque suele ser más corta que en una abdominoplastia. Y a diferencia de esta, no es necesario recolocar el ombligo. Este permanece en su ubicación previa o en una posición ligeramente inferior.
Otros beneficios asociados a esta técnica son la corrección de la cicatriz de una cesárea no estética o la eliminación de las estrías localizadas en la parte inferior del abdomen.
La miniabdominoplastia es una intervención bien tolerada por los pacientes y que proporciona resultados definitivos, siempre y cuando se acompañe de una dieta equilibrada y ejercicio periódico.
Habitualmente las candidatas a una miniabdominoplastia son mujeres que tras el embarazo no consiguen recuperar la forma ni firmeza previa del abdomen, adoptando este un aspecto globuloso.
También está indicada en hombres que sufren una distensión de la piel y la musculatura del abdomen, como consecuencia de una pérdida de peso, así como cuando existe un descolgamiento cutáneo en esta zona debido al envejecimiento.
evaluará la complexión física, el estado de salud, examinará la extensión y el nivel de grasa en la región del abdomen y cuál es el estado de tonificación de la piel.
Teniendo en cuenta cuáles son tus expectativas y la realidad de tu físico, el doctor determinará el tratamiento que mejor se ajusta a esta situación personal para obtener las expectativas deseadas:
Si sólo existe una acumulación de grasa en la zona de debajo del ombligo, la realización de la miniabdominoplastia es la mejor solución. El procedimiento es menos complejo que la abdominoplastia, la cirugía requiere de menos tiempo y la estancia en clínica será menor.
En muchos casos es recomendable asociar una liposucción de las caderas a la miniabdominoplastia para así mejorar la totalidad de la silueta corporal y conseguir unos resultados más armónicos.. Señalar también que en algunos casos el problema de la paciente puede resolverse con la liposucción de abdomen sin entrar en el ámbito de la miniabdominoplastia.
Para mujeres después del embarazo, ya que la masa muscular del vientre se dilata. Para personas con obesidades moderadas. Para pacientes que han bajado de peso de forma drástica y desean recuperar la elasticidad de su piel en el vientre. Para personas psicologicamente estables que desean conseguir un vientre plano.
La dermolipectomía de brazos (también llamada braquial) es la intervención quirúrgica dirigida a eliminar el exceso de piel y de grasa que aparece en la cara interna de los brazos como consecuencia del descolgamiento que sufren esos tejidos con el paso de los años en ciertas personas, o después de una gran pérdida de peso.
Dependiendo del grado de flaccidez de los tejidos y de la cantidad de piel que sobra, la técnica quirúrgica será
diferente. En los casos con menos exceso de piel puede conseguirse un buen resultado realizando una
liposucción en la cara interna del brazo y estirando la piel del mismo hacia la axila, extirpando una elipse de
piel en esa zona. En estos casos la cicatriz quedará limitada a la axila. Sin embargo, cuando el grado de
flaccidez es mayor y aparece un descolgamiento amplio de los tejidos de la cara interna del brazo, será
necesaria una extirpación de piel y grasa a lo largo de toda su longitud, desde la axila hasta el codo, quedando
una cicatriz en toda esa zona.
La dermolipectomía es un procedimiento quirúrgico que elimina el exceso de piel y tejido graso de los brazos, muslos u otras zonas corporales que lo requieran, habitualmente tras haber sufrido una pérdida importante de peso, tras cirugía bariátrica o con dieta. Sirve para tensar la piel del brazo o del muslo mejorando el contorno, evitar las molestias que provocan los excesos de grasa y piel y facilitar los movimientos habituales de la vida diaria. Los pacientes que han sufrido una pérdida masiva de peso tienen una gran flacidez y su piel ha perdido en gran medida la capacidad elástica de readaptación, presentando estrías, etc. No se puede devolver la elasticidad cutánea perdida.
La dermolipectomía no es un tratamiento quirúrgico del sobrepeso. Los individuos obesos que tienen intención de perder peso deben posponer cualquier clase de cirugía del contorno corporal hasta que sean capaces de mantener su pérdida de peso. Siempre quedan amplias cicatrices visibles, en ocasiones difíciles de ocultar con la ropa. Se realiza bajo anestesia general.
La intervención suele durar de 2 a 3 horas y se realiza habitualmente bajo anestesia general, aunque en
determinadas situaciones puede utilizarse también la anestesia local y sedación. El ingreso necesario en el
hospital después de la intervención dependerá del tipo de anestesia, pero por lo general será de unas pocas horas: la intervención tiene lugar por la mañana, siendo dado de alta la paciente a última hora de la tarde, de modo que pueda dormir en su casa la misma noche de la intervención. Al finalizar la intervención se coloca en
el brazo una prenda compresiva que la paciente deberá llevar, dependiendo de la técnica quirúrgica utilizada, de 2 a 4 semanas.
Durante los 3-5 días siguientes a la intervención la paciente tendrá ciertas molestias, por lo general similares a las de unas agujetas intensas, que serán controladas con analgésicos habituales. Por lo general, a la semana ya ningún paciente necesita analgésicos. Durante esa primera semana puede aparecer algo de inflamación en las manos, en parte debida a la intervención y en parte debida a la propia prenda elástica, inflamación que disminuirá elevándolas a la altura del corazón.
Los candidatos ideales para someterse a una cirugía de lipoescultura son aquellas personas que poseen un peso relativamente normal pero que tienen acúmulos de grasa en áreas localizadas. Si usted posee un estado general de salud bueno, tiene una estabilidad psicológica, y es realista en sus expectativas, será un buen candidato. Lo más importante para obtener un contorno final óptimo es poseer un piel firme y elástica (la piel que “cuelga” no se redistribuirá sobre el nuevo contorno corporal y podría requerir algún procedimiento quirúrgico adicional para eliminar el exceso de piel).
La lipoescultura no está recomendada si se ha tenido una cirugía reciente en la zona a tratar, si se tiene mala circulación en esa zona o si se padecen problemas cardiacos o respiratorios. Es importante saber también que la liposucción no mejora la celulitis.
La lipoescultura mejorará su apariencia y la confianza en uno mismo, pero no conseguirá que nos parezcamos a otra persona o que nos traten de manera diferente. Antes de decidir si se va a realizar una lipoescultura piense qué quiere conseguir y discútalo con su cirujano plástico.
La intervención suele durar de 2 a 3 horas y se realiza habitualmente bajo anestesia general, aunque en
determinadas situaciones puede utilizarse también la anestesia local y sedación. El ingreso necesario en el
hospital después de la intervención dependerá del tipo de anestesia, pero por lo general será de unas pocas horas: la intervención tiene lugar por la mañana, siendo dado de alta la paciente a última hora de la tarde, de modo que pueda dormir en su casa la misma noche de la intervención. Al finalizar la intervención se coloca en el brazo una prenda compresiva que la paciente deberá llevar, dependiendo de la técnica quirúrgica utilizada,
de 2 a 4 semanas.
El resultado de la intervención es un brazo más delgado con la piel más tensa y firme. La paciente debe ser consciente de la técnica que se va a utilizar para conocer el tipo de cicatriz que le va a quedar.
Como en todas las técnicas de remodelado corporal (liposucción, abdominoplastia o reducción mamaria) si usted desea perder peso conviene que espere a hacerlo para someterse a la intervención. Y, al igual que en otras intervenciones donde es necesario un despegamiento amplio de tejidos, las personas que fuman tienen más riesgo de presentar complicaciones, debido a la dificultad de la llegada de sangre a los tejidos.
Por eso se les recomienda abandonar el consumo de tabaco un mes antes de la intervención.